ALICANTE. Hasta el palco del estadio Rico Pérez estaba vacío cuando el balón echó a rodar con motivo del Hércules-Saguntino. El llamamiento de Podemos Recuperarlo a no asistir al encuentro como medida para reclamar la salida de Enrique Ortiz de la entidad surtió efecto. Bueno, eso y que tratándose del Día de la Madre a muchos no les apetecía correr el riesgo de llegar a la comida familiar tarde y enfadados. Fueron legión, dentro de los pocos que acuden a los partidos como local del equipo blanquiazul, los que optaron por quedarse en casa o irse a la playa.
Probablemente por esto último, pese a restar tres semanas para la celebración de unas elecciones municipales, no había ni políticos en la zona noble del otrora coliseo blanquiazul. Y sí, tampoco había presidente: mientras los apenas 500 presentes (1.200 según la cifra oficial, que se entiende que incluye desde los jugadores a los integrantes del fuerte dispositivo policial) guardaban un respetuoso (en su mayoría, hubo alguno que no pudo reprimir los gritos contra Ortiz y jugadores) minuto de silencio por la muerte de Arsenio Iglesias, en el palco no había ni consejeros ni patronos ni presidente. Valentín Botella y José León no acudieron al partido. Tampoco lo hizo el nuevo máximo mandatario del club, Luis Castillo (alguno venderá ahora que es que todavía no ha tomado formalmente posesión del cargo... como si fuera Carlos III, vamos) y con el balón ya rodando apareció Carlos Parodi, el presidente saliente, para cumplimentar a la delegación del Saguntino.
A diferencia del anterior encuentro, esta vez no hubo concentración ante la puerta cero y tampoco invasión del terreno de juego, pero durante la duración del choque los pocos que acudieron al estadio cantaron el "Enrique vete ya" y volvieron a señalar a sus jugadores. El dispositivo de seguridad, que no solo incluía el doble de efectivos de la Unidad de Prevención y Reacción de la Comisaría Provincial del Cuerpo Nacional de Policía Nacional (de haber sido tantos ante el Alzira no habría habido invasión de campo), también al Grupo Operativo de Intervención Rápida de la Policía Local, resultó esta vez innecesario (apenas 20 minutos después de finalizar el choque no solo los furgones de ambos cuerpos que ocupaban la calle Foguerer Romeu Zarandieta habían abandonado el lugar, es que se había restablecido la circulación de vehículos por ella).