ELCHE. El principal centro de la Fundación Salud Infantil, ubicado en la ladera del río, se ha desalojado ante el peligro que existe de derrumbe del inmueble. Así lo ha anunciado este martes por la tarde el Ayuntamiento, después de estudiar la situación junto a bomberos, policía local y Aigües d'Elx. Un peligro que llega como consecuencia de las lluvias torrenciales del pasado 13 de junio, cuando se llegaron a registrar hasta 33 litros por metro cuadrado. El agua colapsó una galería subterránea que hay bajo el inmueble y que conecta desde el antiguo cuartel de la Guardia Civil en los Pisos Azules a su desembocadura en el cauce del río.
El mismo tiene una salida más estrecha que la de la galería, por lo que ha generado embolsamientos que pusieron en alerta a Aigües, registrando filtraciones de agua días posteriores a las lluvias. Tras las pertinentes inspecciones días después, y en la mañana de este martes de un robot que ha comprobado que el techo de la galería había caído, se ha optado por el desalojo de más de 200 alumnos, los 121 de Atención Temprana con los que trabaja la Fundación, y 125 de la Escuela de Verano. A partir del jueves se trasladarán al colegio La Asunción y a la Escuela Infantil Els Xiquets.
Por su parte, el alcalde Pablo Ruz ha señalado que esto podría o debería acelerar el proyecto del Instituto de Neurodesarrollo de la Fundación que consignó la Diputación de Alicante y del que se comprometió a financiar la primera fase. No obstante, aunque el traslado ahora para verano es transitorio, los padres y madres de los niños tendrán que esperar para ver si se puede empezar con normalidad el curso en septiembre, y dónde, en caso de que no sea posible volver al centro. Ha agradecido también la "celeridad y colaboración del personal municipal para abordar esta situación".
Por su parte, el gerente de Aigües d’Elx, Javier Prieto, ha explicado que la galería recoge aguas de lluvia de distintas calles como Camilo Flammarion —que no se han visto afectadas— desembocando en el cauce del río a través de una pequeña tubería de 60 centímetros de diámetro. Este estrechamiento, según Javier Prieto, "habría provocado problemas de turbulencias en el agua y derribado parte de la galería". Eso sí, indica que no tiene nada que ver con el relleno de la ladera, sino con la situación de esta galería, mucho más antigua que un relleno que procede de la década de los 50 y 60.
Ante esta situación ya se ha establecido contacto con la Confederación Hidrográfica del Júcar para "abrir la salida de la galería y que no retenga más agua, para luego llevar a cabo nuevas actuaciones para ver posibles afecciones", señala Prieto, quien añade que se ha solicitado la presencia de un dron para "visualizar por encima de la galería y ver los daños en la parte superior".
Por su parte, el arquitecto municipal Julio Sagasta ha señalado que se llevarán a cabo catas arqueológicas para valorar los daños y las medidas a realizar para su
reparación. Actualmente toda la zona se encuentra vallada y la tarde de este martes el personal de la Fundación andaba recogiendo sus pertenencias y material para el traslado.
