ALICANTE. Situar a Alicante al frente de la transición energética hacia el hidrógeno verde, con la mirada puesta en la descarbonización del transporte. Ese es el objetivo de la Federación de Empresas del Metal de Alicante (Fempa), que impulsa un proyecto innovador para instalar una hidrogenera en el muelle 19 del puerto de Alicante. El proyecto, en el que la sectorial del metal busca implicar a empresas locales que puedan construir tanto el sistema de generación de hidrógeno como el de envasado y suministro, está liderado por el agente de Innovación de Fempa, Román Dato.
La intención de Fempa es que las empresas que participen en el proyecto construyan una instalación fotovoltaica de 2 MW de potencia en el muelle 19, así como un electrolizador de 1 MW y los depósitos para el hidrógeno generado. El uso de energía solar para generarlo y el hecho de que para crear hidrógeno aplicado al transporte solo se necesite agua y electricidad, sin olvidar que el 'residuo' de este proceso es oxígeno, es lo que confiere a este gas el apellido 'verde'. Fempa ha presentado la idea al programa de Ports 4.0, aunque la patronal del metal asume que no encaja exactamente con el tipo de innovación que pretende promover este plan.
Dato explica que, aunque podrían traer los elementos de la hidrogenera de fuera (a precios muy superiores a los de mercado, por cierto), lo que quiere Fempa es que sean las empresas locales las que participen. El perfil sería el de cualquier firma que trabaje habitualmente con metal y también con fibra, para los depósitos donde se almacena. "Hay empresas en Alicante capaces de hacerlo, Fempa les ayudaría con el diseño". Una vez puesto en marcha, el hidrógeno se usaría para abastecer a la flota de vehículos del puerto, pero con la intención de abrirla al público a medio plazo, tanto para embarcaciones como para camiones. "Queremos que sea uno de los primeros puntos de hidrógeno en suministrar a barcos, y que los atraques de las embarcaciones de recreo se conviertan con el tiempo en una zona de emisiones cero".
¿Por qué esta apuesta por el hidrógeno verde cuando todo el mundo está mirando al coche eléctrico (véase la gigafactoría de Volkswagen en Sagunto)? "Europa ha tomado la decisión de descarbonizarse en 2050, que no es lo mismo que electrificarse", indica Román Dato. "Las renovables tienen el problema de que no son constantes, y que además son difíciles de almacenar, por eso se está empezando a trabajar con biogases". El hidrógeno, en este sentido, es fácil de generar, tiene emisiones cero (si se produce con energía eléctrica de origen renovable), se puede guardar y ha demostrado ser muy eficiente para el transporte.
"No puedes electrificar un camión, no es viable porque para que tuviera una autonomía razonable las baterías necesarias impedirían que llevase carga", argumenta el agente de Innovación de Fempa. El hidrógeno, que ocupa poco espacio (a altas presiones, de hasta 700 bares) y hace funcionar una pila de combustible que recarga la batería de litio, tiene además la ventaja de que permite reconvertir los motores diésel, ofreciendo una "transición suave" hacia la electrificación a futuro. Volvo y DAF, entre otros fabricantes, están apostando por este modelo. La principal ventaja que han visto en este sistema es que "con el hidrógeno no tienes problemas con las largas distancias, mientras que con el vehículo eléctrico el problema son los puntos de recarga".
La hidrogenera (e hidrolinera, puesto que en el mismo punto estarán la generación y el suministro) de Fempa en el puerto empezaría así con la flota de vehículos terrestres del puerto como clientes, pero con las miras puestas en vender el combustible también al transporte marítimo. "Ya hay algunos barcos que están funcionando con hidrógeno, incluso un ferry funcional en Noruega que se mueve con hidrógeno licuado", explica Dato. Otro aspecto muy interesante a tener en cuenta es que "la turbina de los barcos que ahora funcionan con gas natural es compatible, lo que permitiría una transición". El gas natural era la apuesta de Baleària para reducir emisiones, pero la escalada de precios ha llevado a reconsiderar la estrategia, donde empieza a tener cabida el hidrógeno.
Lo bueno es que, a pesar de que la hidrolinera de Fempa en el puerto de Alicante sería una de las primeras, el hidrógeno ya ha demostrado que es viable y rentable. "Japón es un ejemplo, una isla con muchísimos problemas energéticos ha apostado por el hidrógeno verde para romper con la dependencia; llevan mucho tiempo haciendo pruebas y ya hay un barrio que sustituyó toda la red por hidrógeno y se ha desconectado". Toyota, Honda o Nissan tienen vehículos propulsados por hidrógeno circulando, sobre todo en Japón y Corea, aunque en Europa se vende el Toyota Mirai. Vehículos que cuestan entre 40.000 y 60.000 euros, en pie de igualdad con los eléctricos de mayores prestaciones.
Román Dato señala que en 2030 debe haber 120 puntos de repostaje de hidrógeno en España, y habrá comenzado el transporte con este combustible (si se cumple el calendario de la estrategia de descarbonización). Y para 2050, tendrá que haber al menos una hidrolinera cada 150 kilómetros, igual que ahora con las gasolineras clásicas. El agente de Innovación de Fempa añade aún otra ventaja de este motor respecto a los de combustión (a los que ganan en eficiencia, con un kilo de hidrógeno se recorren 100 kilómetros) o los eléctricos: el estándar es que cuenten con una pila de 45 kW, cuando una casa normal tiene contratados unos 5-6. "Podrás llegar a casa por la noche, enchufar el coche y darle electricidad a la vivienda".