BENIDORM. Todos coincidieron: concebir el desarrollo de un pequeño pueblo como lo era Benidorm en 1956 con visión de gran urbe dedicada exclusivamente al turismo, fue cosa de un visionario para quien el futuro de lo que después sería uno de los mayores emporios turísticos del Mediterráneo debía ser apoyado por todos.
Y así fue. Al principio de aquella década, el entonces alcalde Pedro Zaragoza reunió a los vecinos y les expuso su plan de desarrollo, que contemplaba enormes viales y unas construcciones inmensas en las que debía destacar la verticalidad, porque solo así el municipio abrazaría la plena sostenibilidad. Y eso lo dijo, y lo hizo, cuando nadie hablaba de sostenibilidad, que se ha convertido en la esencia misma de Benidorm.
Convocados por la Fundación Frax, y en el salón de actos del Ayuntamiento de Benidorm, seis prestigiosos arquitectos disertaron ayer jueves sobre la figura del exalcalde Pedro Zaragoza y lo que supuso para la capital turística la aprobación de su primer Plan General de Ordenación Urbana en el año 1956.
José Antonio Nombela, Ricardo Llácer, Juan Jesús Pérez Zaragoza, Francisco Sanchís y Carlos Teba hablaron sobe aquel hito en un acto moderado por el también arquitecto Pere Joan Devesa, patrono de la Fundación Frax que preside Matías Pérez Such, organizadora del acto.
El evento se enmarcaba dentro de los actos conmemorativos del ‘Año Pedro Zaragoza’, que hubiera cumplido 100 años en este 2022, y los arquitectos destacaron la inteligencia del artífice de aquel plan y las inmensas posibilidades que abría para una ciudad extraordinariamente bien emplazada, con una orografía perfecta y un microclima que la empujaba a ser refugio de diversión para millones de personas llegadas de todo el mundo.
Los arquitectos destacaron que el urbanismo resultante de aquel plan es el responsable de que ningún edificio tape vista ni brisa al otro, “Todos tienen vistas y sensación de aire”, señalaron, “y es arquitectónicamente una ciudad bonita”.
Para los expertos, en cuestión de urbanismo “Benidorm lo es todo, llama poderosamente la atención y en un ejemplo de sostenibillidad”. Pedro Zaragoza tuvo la certeza de que la propuesta iba prosperar, y vivió lo suficiente para comprobarlo. “Estamos en una ciudad siempre inacabada, que progresa y que le debe mucho a Pedro Zaragoza”, dijo a modo de conclusión el alcalde de la villa, Toni Pérez.
