ELCHE. El campus de Sant Joan d’Alcant de la Universidad Miguel Hernández (UMH) ha acogido la mesa de debate ‘Cantidad vs Calidad. Razones para el desencuentro por la creación de Facultades de Medicina’. A esta mesa han asistido, entre otros, el rector de la UMH, Juan José Ruiz, el vicerrector de Investigación, Domingo Orozco, y el decano de la Facultad de Medicina, Antonio Compañ.
En esta actividad han participado el presidente de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina Españolas y decano de la Facultad de Medicina de Málaga, Pablo Lara Muñoz; la vicepresidenta primera del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), María Isabel Moya García; el presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Tomás Toranzo Cepeda; y el vicepresidente de Organización Territorial del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, Jesús Andicoberry López. Los expertos han debatido sobre tres temas: ¿Hacen falta más médicos? ¿Por qué se van de España los médicos? y ¿Se justifica la creación de nuevas facultades de Medicina? Las conclusiones de los expertos tras el debate han sido:
Aunque no hacen falta más médicos, sí hay un déficit de determinados especialistas en algunas regiones del país. La solución para arreglar este desajuste no es, sin embargo, abrir nuevas facultades de Medicina, sino acometer una adecuada planificación de la oferta y la demanda en la formación MIR que satisfaga las necesidades del país, tanto en el número de plazas como en el de las especialidades ofertadas.
Porque las condiciones laborales (presión asistencial) y salariales (pérdida del poder adquisitivo) son manifiestamente mejorables, amén de diferentes en cada una de las Comunidades Autónomas.
Por la inestabilidad laboral (bajo porcentaje de funcionariado en las plantillas y contratos mes a mes). Por la falta de inversión en la Sanidad Pública.
En este momento, según los profesionales, la apertura de más facultades de Medicina no es una prioridad educativa, ni sanitaria para España. Por eso, si queremos facultades de Medicina de calidad, excelentes, hay que apostar por mejorar e invertir en las que ya existen y no crear nuevas, puesto que, si se aumenta el número de facultades, disminuye la calidad de la docencia y la formación práctica clínica que reciben los estudiantes de Medicina.
Este hecho afecta a toda la sociedad, en tanto que todos, o la gran mayoría, somos pacientes y usuarios de la Sanidad Pública. De acuerdo con esto, si en el futuro hubiera que responder a otra realidad demográfica y fuese necesario incrementar el número de estudiantes de Medicina, se debería mejorar la financiación universitaria y paliar el déficit de profesorado en las facultades de Medicina que ya existen.
