VALÈNCIA. Los nuevos consellers del gobierno que preside Carlos Mazón recibieron este jueves las carteras que van a dirigir durante los próximos cuatro años. Un paso con el que se puso fin a la configuración del primer escalón del ejecutivo conformado por PP y Vox y que permitirá celebrar este viernes, antes de las elecciones del próximo domingo 23 de julio, el primer pleno del Consell en el que se prevé algún anuncio de impacto como una rebaja de impuestos como medida urgente.
Ahora bien, con los nombramientos de los primeras espadas, la estructura del nuevo Consell no ha hecho más que empezar a esbozarse. De hecho, el propio Mazón aseguró este jueves que firmaría el segundo decreto de composición del gobierno; una norma que desvelará la estructura que tendrá cada conselleria en relación al segundo escalón: subsecretarías y secretarías autonómicas.
Éstas se reducirán de 55 a 46. Una minoración justificada en la necesidad de "reducir el gasto político". Según la cifras ofrecidas por el president, este cambio comportará un ahorro anual de 800.000 euros en sueldos públicos, lo que supone cerca de 3 millones de euros a lo largo de la presente legislatura. No se trata de un ahorro sustancial en el grueso de un presupuesto de miles de millones de euros cada año, pero sí el primer gesto de adelgazamiento de la administración que además era una promesa electoral.
Lo que es seguro es que habrá 10 subsecretarías (una por conselleria), puesto que todas deben contar con esta figura encargada especialmente de los asuntos relacionados con el personal o plantilla del departamento. A partir de ahí, la idea es que los otros 36 puestos restantes se distribuyan de una manera proporcional y lógica en el Consell en función de las competencias que tengan atribuidas.
Así, una de las consellerias que tendrá mayor peso en este mandato, es la de Economía, Hacienda y Administración Pública que dirige Ruth Merino. En ella, se han definido tres secretarías autonómicas para cada una de las materias que engloba la cartera. En la primera se sitúan Hacienda y Economía; en la segunda Financiación; y en la tercera Administración Pública, que aglutina a todo el Sector Público y Función Pública, la plantilla de la Generalitat.
Ahora bien, más allá de la estructura, las miradas comienzan a posarse especialmente en los perfiles que se situarán como números dos de los ya consellers. De hecho, a algunos de ellos ya se les pudo ver este jueves en el traspaso de carteras. La idea del decreto es comenzar con esos nombramientos en los departamentos más urgentes, entre los cuales aparecen Sanidad, Economía y posiblemente Educación.
Uno de los nombres que está previsto que apruebe el primer pleno del Consell de este viernes es el de Eusebio Monzó como secretario autonómico en Hacienda, como ha venido informando este periódico. El exconcejal en el Ayuntamiento de València ya ocupó este cargo con Alberto Fabra, quien lo destituyó en virtud de la famosa línea roja contra la corrupción tras ser investigado en varias causas que acabaron siendo archivadas. Fueron muchos los cargos del PPCV, e incluso de la oposición, que consideraron injusto su cese y siempre lo han tenido en buena consideración. Después de lo ocurrido, el partido lo fue recuperando para puestos de responsabilidad, pero la situación estuvo plagada de sobresaltos para él.
Fue la apuesta de Rita Barberá como independiente en la lista del consistorio para 2015, pero tras el estallido del caso Taula acabó siendo el único concejal no imputado por presunto blanqueo –causa que acabó sobreseída para todos más tarde–. La legislatura resultó muy complicada para él y aunque la actual alcaldesa de València, María José Catalá, contó con él como asesor, decidió regresar a la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), donde se encuentra trabajando actualmente. Pese a todo, ha seguido vinculado al PP y Mazón lo repescó para su equipo económico. Ahora da de nuevo el salto a la administración y al puesto del que salió forzosamente.
Todo apunta a que Paco Ponce ocupe también un segundo escalón, pero en este caso en la Conselleria de Sanidad que dirige Marciano Gómez. Especializado en Medicina Familiar, fue exdirector gerente del Servicio Murciano de Salud (SMS), director de Salud Pública del área de Cartagena, director médico del Hospital de Yecla y jefe de zona básica en Petrer. En este municipio fue candidato a la alcaldía el pasado 28 de mayo. Guarda una buena relación con el también presidente del PPCV y en el partido se da por hecho que será uno de los primeros nombramientos que acometa este viernes. En ese departamento, le acompañarían Perpe Beltrán, que será la jefa de gabinete del conseller.
Ambos departamentos serían los que tendrían más avanzado el diseño de su estructura, así como los perfiles que situar en ella. De hecho, este mismo viernes podrían designarse también a los que ocupen las subsecretarías de ambos departamentos.
En el caso de Hacienda, suena el exdiputado de Ciudadanos, Carlos Gracia, quien en su día fue jefe de gabinete de Ruth Merino cuando esta asumió la portavocía del grupo parlamentario tras la salida abrupta de Toni Cantó. Gracia ha sido director de instituto y hace dos meses se reincorporó a la Universitat Politécnica de València, donde imparte clases.
En Sanidad, distintas fuentes apuntan a Álvaro Cuadrado como subsecretario. Se trata del jefe del Servicio Económico de Les Corts Valencianes, que ejerce las funciones de interventor del Parlamento autonómico. En 2012 ya dio el salto a la administración cuando pasó a ser jefe de Gabinete de la entonces consellera de Bienestar Social, la popular Asunción Sánchez Zaplana.
Otro de los que podría poner rumbo al Consell, según fuentes del PPCV, es el diputado Pablo Broseta, el fichaje independiente de Mazón para la lista autonómica. Varias fuentes lo sitúan en algún puesto relacionado con la Unión Europea.