Foto: EFE/MANUEL BRUQUEVALÈNCIA. Los primeros balances turísticos de la Semana Santa y la temporada de Pascua arrojan resultados positivos para el sector hotelero de la Comunitat Valenciana, cuyas expectativas para esta campaña habrían sido superadas. Así pues, factores como las reservas de última hora habrían impulsado la ocupación en diversos destinos urbanos y costeros, que en este periodo del año cuentan con un mayor peso del visitante de proximidad y de las estancias cortas en comparación a la época estival.
De hecho, y según la encuesta de turismo de residentes que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE), tanto el pasado año como en los previos a la pandemia alrededor de un 60% de las estancias realizadas por ocio en la Comunitat Valenciana en abril fueron de un máximo de tres noches, mientras que en agosto, el mes vacacional por excelencia del verano, ese porcentaje cae hasta situarse entre el 25% y el 35%.
También en el turismo internacional se aprecia este mismo escenario. En 2022, uno de cada cuatro viajeros extranjeros permaneció en la Comunitat Valenciana hasta tres noches en el mes de abril, mientras que en agosto solo fueron el 16% del total y la gran mayoría se quedó por más tiempo. En este caso, aun así, la diferencia entre ambos periodos es menos acusada debido a que los traslados no son tan rápidos como en el interior de España.
Más allá de la duración de la estancia, condicionada por supuesto por el menor tiempo disponible para viajar en esta época del año, los desplazamientos por dentro del propio territorio valenciano tienen también un peso mayor durante el mes de abril que en verano. De este modo, y en 2022, un 35% de las pernoctaciones efectuadas por visitantes nacionales durante el mes de Pascua correspondían a personas residentes en la Comunitat Valenciana, un porcentaje que cae en torno a diez puntos en los meses estivales, cuando es más frecuente desplazarse destinos menos próximos al domicilio.
Esta tendencia se aprecia igualmente en los meses anteriores al estallido de la pandemia de la covid-19, ya que tanto en 2019 como en 2018 el porcentaje de personas residentes en la Comunitat Valenciana que durmieron en esta región por motivos vacacionales fue más elevado en abril que en agosto. Por lo general, y sin contar el periodo pandémico en el que la movilidad quedó muy limitada, la cifra de pernoctaciones de vecinos valencianos dentro de la autonomía se sitúa entre el millón y el millón y medio en los últimos años.
En este sentido, el turismo rural y las localidades de interior suelen ser opciones de descanso muy demandadas por el viajero en esta época del año, y en el caso valenciano algunos municipios habrían llegado a rozar el 100% de ocupación en Semana Santa. Así ha ocurrido por ejemplo en Xàtiva o Bocairent, según datos municipales recogidos por la Diputación de Valencia. En este resultado habrían influido, según la propia corporación provincial, la buena climatología y la disposición de la población a hacer viajes en esta Pascua, tanto de residentes en Valencia como en otras provincias.
Los primeros datos definitivos sobre el comportamiento del turismo en Pascua, difundidos por la patronal hotelera Hosbec y Turisme esta misma semana, apuntan a una ocupación media superior al 85% en la primera semana del periodo de vacaciones, coincidente con la Semana Santa. Además, en algunos destinos urbanos, como Alicante y València, se habría rozado el lleno con una ocupación por encima del 90%. De hecho, la provincia de Valencia es la que mejores resultados obtuvo en su conjunto de las tres que conforman la Comunitat.
También en la costa destinos como Altea y Benicàssim, que contaba con el aliciente musical del SanSan Festival, han rozado el lleno técnico en Semana Santa, por lo que desde la patronal hotelera aseguran que la industria del alojamiento hotelero ha acumulado reservas “como hace tiempo que no se veían” en esa primera semana. Por su parte, en otro de los municipios más turísticos de la geografía valenciana, como es Gandia, la ocupación se ha quedado a las puertas del 90%.
En este sentido, el presidente de Hosbec, Fede Fuster, reconocía que estos datos son “muy buenos” para la industria hotelera y que con ellos se encara la temporada de verano “con buenas perspectivas”. Aun así, Fuster ha destacado que en estos momentos los hoteleros no están “obsesionados” con “contar turistas ni batir récords”, ya que en este 2023 los objetivos pasan por la “rentabilidad” y la “sostenibilidad futura” social y económica.
