La pianista Victoria Marco y la flautista Isabel GualdaALICANTE. La música son los libros y sus músicos, los escritores que se desviven por cada pieza en la búsqueda infinita de la belleza. Siempre lo he creído así y así seguirá. Lo veo cuando Isabel mueve sus dedos sobre la flauta o en la forma en la que Victoria desliza sus manos sobre el piano de cola con la sutileza y belleza de la que quiere, de la que siente, de la que vive a corazón abierto la pasión innata por la música.
Essenza Dúo nace en Alicante en 2017 de la mano de la flautista Isabel Gualda, con máster en Arts in Music Performance por el Conservatorio della Svizzera italiana (Lugano) y que llegó a ocupar el puesto de primera flauta en la International Chamber Philarmonic Orchestra de Suiza; y la pianista Victoria Marco, catedrática del Conservatorio Superior de Música de Alicante y directora de la Asociación de Música de Cámara de Alicante. “Tocamos por primera vez juntas en el segundo concierto del Ciclo de la Asociación de Música de Cámara de Alicante y teníamos mucha conexión juntas, como mucha sintonía con los instrumentos” explicaba Isabel. Así nació el proyecto de Essenza Dúo.
Una llegó a la música por una amiga del colegio que iba a clases particulares de esta; la otra, porque a su madre le hubiera encantado saber tocar un instrumento y apuntó a sus tres hijos a la banda. Juntas componen un equipo de dos mujeres que nos dejan sin aliento cuando suben al escenario y empiezan a tocar.
Viernes 24 de marzo. Ocho de la tarde. Una fecha para anotar porque será el momento en el que ambas se subirán al escenario del auditorio del Palacio de Congresos del Colegio Oficial de Médicos de Alicante (COMA) para transportarnos con Claire de lune a una nueva experiencia a través de una fantasía musical relatada por Martín Llade –presentador del concierto de Año Nuevo y del programa Sinfonía de la mañana en Radio Clásica de RNE–, quien las acompañará en un viaje por las más bonitas melodías de Francia. Todo el mundo conoce su voz. Es irremediable que no nos venga a la mente al pensar en música clásica.
Todas las mañanas, Martín presenta un cuento que sirve como excusa para introducir la música. En esta ocasión, no será menos. Es su escenografía. Toda la música irá tejida bajo el hilo conductor del relato del presentador. “No va a ser una presentación al uso como el concierto de Año Nuevo”, decía Victoria. “Es muy pedagógico, todos vamos a salir de allí sabiendo algo nuevo, tanto niños como mayores, sabiendo más de música. Y vamos a vivir una experiencia muy diferente”.
Con una trayectoria de más de media vida dedicada a las partituras y de unas cuatro a siete horas diarias de ensayo, ambas se suben, una vez más, al escenario para regalarnos un soplo de aire francés. Y con una ilusión que, como un sol sostenido, se mantiene desde que cada una decidió –por las razones tan distintas como ambas– empezar en esta locura de corcheas, semicorcheas, blancas, negras, fusas y semifusas llamada la música.
