MADRID (EFE). La selección española, que este viernes eliminó a la de Suiza en San Petersburgo tras la tanda de penaltis, se ha clasificado por quinta vez en su historia para las semifinales de una Eurocopa, y en todas esas ocasiones alcanzó la gran final.
El cuadro de Luis Enrique pone así fin a nueve años de sinsabores, por cuanto desde que ganó el torneo continental en Kiev en 2012 perdió protagonismo al caer en la fase de grupos en el Mundial de Brasil 2014, en octavos en la Eurocopa de Francia 2016 y en el Mundial de Rusia 2018.
La primera vez que España se metió en semifinales fue en la segunda edición al vencer en dos encuentros a Irlanda, por 5-1 en el Ramón Sánchez Pizjuán de Sevilla y por 2-0 en Dalymount Park de Dublín.
Sendos dobletes de Amancio Amaro y Marcelino Martínez, más una diana de Josep María Fusté, que debutaba, firmaron la victoria en el primer encuentro, y Peru Zaballa, con otras dos dianas, en la vuelta.
Hubo que esperar veinte años para que la selección española volviera a acceder a semifinales, aunque en Francia 1984 el sistema de competición hizo que los dos primeros de cada uno de los dos grupos accedieran a la penúltima ronda.
España, que había empatado ante Rumanía y Portugal a un tanto, se jugaba todo en el último encuentro, en el Parque de los Príncipes de París, ante Alemania Federal y se hizo con el primer puesto del grupo y el pase a semifinales gracias a un tanto de cabeza en el último minuto de Antonio Maceda.
A partir de ahí llegó otra larga travesía por el desierto hasta que la historia cambió en la Eurocopa de Austria/Suiza 2008 bajo la batuta de Luis Aragonés con una tanda de penaltis vibrante tras acabar el partido ante Italia con empate a cero.
Los errores de De Rossi y Di Natale ante Iker Casillas y el tiro final de Cesc Fábregas cambiaron el destino de la Roja, abocada a caer en cuartos en aquella época, y dio inicio a la etapa más brillante de la historia, con dos títulos continentales seguidos y el Mundial de Sudáfrica 2010.
Cuatro años después, en el Donbass Arena de Donetsk, el conjunto que ya dirigía Vicente del Bosque, se desembarazó con autoridad y gran superioridad de Francia (2-0), a la que venció con un doblete de Xabi Alonso.
En todas las ocasiones España, cuando pasó de cuartos, jugó el partido por el título y lo ganó en tres oportunidades, en 1964 ante la URSS (2-1) en el Santiago Bernabéu de Madrid, en Viena en 2008 ante Alemania (1-0) y en Kiev en 2012 ante Italia (4-0). Tan solo perdió ante la anfitriona Francia en 1984 en el Parque de los Príncipes (2-0).