de la vía pa'arriba / OPINIÓN

Esos años locos de corrupción y dispendio en Fitur

19/01/2023 - 

Escribo estas líneas a punto de coger un Ave desde Elche a Madrid- Chamartín para ir a FITUR, La Feria Internacional de Turismo, donde la Comunidad Valenciana y por supuesto la Costa Blanca exhiben todo su potencial en un área que es su punto fuerte y donde aventajan al resto del país por muchos motivos que ya se cuentan en otros artículos. A mí,  esta visita y en esta época preelectoral en la que en el tren te encuentras hasta al “tato” me trae recuerdos de esos que un día un “hater” antes conocido y casi amigo calificó con mucha gracia como “pedo senil”.

Voy a ello. Estos días nos cuentan que Elche ha conseguido por primera vez ser reconocida, con mucho esfuerzo, me consta, como “Marca Turística”. Ello, entre otras muchas consideraciones, da derecho a tener estand diferenciado dentro de la Costa Blanca en FITUR. Pero no es la primera vez que Elche llevará un estand propio; hace unos 20 años ya participaba con un espacio singular amplio y diferenciado que cada año costaba muchos miles de pesetas, (luego euros)  y que, no solo se pagaba el espacio sino el diseño, la promoción, los artistas invitados y muchas otras acciones que casi siempre eran más una cola de pavo real desplegada que otra cosa porque entonces Elche tenía muy poco trabajada el área turística, por mucho que “en diners” o  “a lo Elche” se empeñaran en aparentar en esa feria.

Y es que allí se iba a aparentar. Era la época en la que en los pasillos del pabellón 6  o el 4 de IFEMA me crucé con Julio Iglesias y Eduardo Zaplana rodeados de una nube de cámaras y fotógrafos. Iban las misses y los mister España y otros famosos del momento contratados para ir y les hacíamos entrevistas y todo el mundo sacaba tajada de esos días. ¿Recuerdan Orange Market y todo ese entramado del que poco a poco salió la trama  Gürtel, lo del Bigotes, el Yonki del dinero y toda la pandilla esa? Pues allí hacía esa gente su agosto, eran los reyes del mambo y su presencia por los pasillos de FITUR dejaba un rastro que muchos intentaban seguir a ver si se les pegaba algo del dinero que ganaba y movía esta gente.

Como pasa siempre con la historia, visto ahora con perspectiva, y eso que han pasado pocos años, nos damos cuenta que el ambiente de corrupción y despilfarro se olía desde lejos e incluso a veces sin querer éramos partícipes o contribuíamos un poco a ello dando pábulo a ese clima de escaparate y famoseo.

En Elche, los últimos coletazos de aquellos locos años los recogimos en la legislatura de Mercedes Alonso. La pobre alcaldesa se tuvo que tragar algunos sapos y uno muy gordo fue la contratación como gerente de VisitElche, el organismo que gestiona el turismo en la ciudad, de uno de esos políticos que cuando son defenestrados por las urnas o por el partido,  recolocan aquí y allá porque “se le debe mucho” o vete tú a saber porqué.  Matías Pérez Such había sido presidente de la Agencia Valenciana de Turismo, secretario autonómico de Turismo y muchos otros cargos. Nacido en Benidorm, el hombre acabó nada más y nada menos en Elche. Llegó en diciembre de 2012 y aquí se paseó un poco, dio algunas directrices, se pegó alguna fiesta  en Madrid a costa de FITUR, lo que obligó a su jefe de prensa a cancelar al día siguiente tres o cuatro entrevistas con medios, una de ellas conmigo, y se embolsó un sueldo de 60 mil euros brutos al año. De 2012. Es el sueldo actual del alcalde de Elche, 15 años después. Cobraba más que el conceller de Turismo de entonces.

Y ¿saben qué? Por Elche no hizo nada o casi nada y él mismo  parece que es muy consciente de ello. Tanto que he leído un par de entrevistas que le han hecho post pandemia, ya retirado en alguna Fundación de esas de cementerio de elefantes o en su casa  y cuando relata su extensa biografía de cargos públicos, en ninguna de esas entrevistas nombra su paso por Elche. Y eso que el no salió mal parado del todo, su antecesor en VisitElche, Isaac Vidal, dejó el puesto libre para Pérez Such porque dimitió al salir imputado en el caso Gürtel por el que años más tarde incluso fue a la cárcel. (Allí escribió un blog y creo que le sirvió de catarsis ese tiempo para reinventarse y sobre todo, pienso que se comió un marrón que no era del todo suyo).

Era otra época que afortunadamente pasó y que espero que no vuelva. Estos días en FITUR veremos mucho político posicionándose para mayo. Voy de camino, según lo que vea, el jueves que viene les cuento.

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