Es muy pronto para quemar las naves

ALICANTE. Ni el más pesimista pensaba que el Elche iba a encontrarse a la finalización de la segunda jornada en la zona baja de la tabla de LaLiga Hypermotion y, especialmente, sin estrenar su casillero de puntos después de perder los dos primeros encuentros (no lo hacía desde 2009).

La derrota en el Municipal de Ipurúa a manos del Eibar de este sábado se unía a la encajada en la jornada inaugural ante el Racing de Ferrol en el estadio Martínez Valero, multiplicando las dudas en el entorno sobre el proyecto que abandera Sebastián Beccacece. Si algo es el aficionado medio al fútbol es resultadista: en el caso del franjiverde, el ver a su equipo abajo en la clasificación, con cero puntos, tras anotar solo un gol (de penalti) y encajar tres, después de una temporada tan decepcionante como fue la 2022/23, pesa infinitamente más que el hecho de que frente al Eibar fuera mejor en la segunda parte, contase con no pocas ocasiones para marcar y se hiciera acreedor de al menos el empate. También que, a diferencia de lo ocurrido en la primera jornada, tras tanto el primer gol encajado como el segundo el equipo reaccionara, llegando a reestablecer las tablas en el marcador y acariciando el 1-2 primero y mereciendo empatar por segunda vez después. Y lo anterior por no hablar del buen sabor de boca que dejaron, no obstante la derrota, los 'Nico' Castro, 'Cris' Salvador y Óscar Plano, futbolistas que tuvieron minutos en el segundo tiempo.

En la comparecencia de prensa tras el choque, Beccacece se apuntó a la teoría del vaso medio lleno... porque podía: se le puede reprochar la insistencia con la defensa de tres centrales, que Lautaro no tenga minutos, que apueste tanto por jugar por dentro y que este sábado, ante la presión del rival, no abogase por recurrir al juego directo aprovechando que contaba con dos delanteros en el campo, pero en Ipurúa el Elche hizo bien bastantes más cosas que mal, el problema es que el rival, que esta vez no era un recién ascendido pero tampoco fue mucho mejor que los franjiverdes, supo sacar partido a alguna de las que estos hicieron mal. La acción del primer gol es un buen ejemplo y no solo por la pérdida de balón, también por cómo se trató de tapar el disparo de Ager Aketxe, situación que casi se reprodujo en el segundo tanto azulgrana, con el añadido de que Mario Soriano contó también con la complicidad de Edgar Badía, quien reaccionó tarde al disparo como ya le ocurriera en el gol encajado ante el Racing de Ferrol.

De estar compitiendo en una categoría superior, probablemente, al descanso el Eibar se hubiese ido con un dos a cero favorable, pues en el tramo final del primer tiempo enlazó hasta cuatro ocasiones de mucho peligro, pero LaLiga Hypermotion no es LaLiga EA Sports, con carácter general los futbolistas no tienen la misma calidad. Hay excepciones, como el caso de Lucas Boyé, quien si bien se estrenó como goleador en el fútbol de plata merced a una pena máxima, también hizo méritos para marcar en jugada, al tiempo que volvió a demostrar que hace mucho mejores a aquellos que le acompañan en el ataque. El que no se tratase de un partido de categoría superior, con un rival de mayor empaque, y el contar con jugadores que sí lo son como el delantero ítalo-argentino le confirió al Elche más opciones de no irse de vacío después de una primera mitad en la que rozó el muy deficiente. 

Ahora bien, igual que se puede decir que el Elche se hizo acreedor de un resultado mejor, también se debe dejar constancia que el Eibar fue justo vencedor, pues fue mejor en las dos áreas, y no contará con futbolistas como Boyé, pero talento no le falta a no pocos de ellos, como es el caso de los goleadores de este domingo, pero también de otros como Cristian Gutiérrez o Luca Zidane. El conjunto de Joseba Exteberria no será el Real Zaragoza o Español, pero ahora mismo está más cerca de ellos que el Elche. La suerte es que, a juzgar por lo visto este sábado, los franjiverdes cuentan con margen de crecimiento y tiempo para enderezar el rumbo lo suficiente como para ser una mayor amenaza para blanquillos y blanquiazules en la lucha por el ascenso que los azulgranas.

Eso sí, una cosa es ser una amenaza y otra sentarse en la misma mesa. En la campaña 2019/20, al Elche le valió lo primero para ser el que ascendiera, pero siempre estará más cerca del objetivo del salto de categoría si se sienta en la misma mesa. Todo apunta a que esto último va a depender de lo que ocurra en lo que resta de mercado de fichajes de verano, de si hay o no más salidas de futbolistas importantes y de la identidad de los que entren... porque fichar hay que fichar y además bien.