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Enrique Montes: "El IVF tiene que complementar a la banca privada"

Su nombre está asociado a la banca pública, donde lleva más de veinte años, y, desde hace unos meses, ostenta el cargo de director general del IVF, un puesto que conoce bien y desde el cual defiende las funciones del brazo financiero de la Generalitat

| 22/04/2024 | 5 min, 46 seg

VALÈNCIA. Enrique Montes (Xirivella, 1966) lleva toda una vida en el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), el brazo financiero de la Generalitat Valenciana. Y, aunque es cierto que siempre ha trabajado en el sector público, sus inicios fueron en la banca privada. Fue al finalizar la carrera de Ciencias Empresariales y tras realizar el Máster de Entidades de Depósito: «Estuve trabajando en Caja Rural Valencia y, después, pasé a trabajar en el Banco Pastor, donde estuve aproximadamente un año antes de pasar a la Conselleria de Hacienda», comenta. Unos pasos que siguió de su padre, Enrique Montes, que trabajó en la antigua Caja Valencia, aunque Montes pronto se desvió del camino: «El ambiente financiero y de la banca lo vivimos en casa, aunque, después de mi experiencia, no me gustó mucho y la opción que tenía era incorporarme a los servicios centrales de Banco Pastor, que estaban en Madrid o en A Coruña». 

Salida profesional que no le terminó de convencer y decidió probar suerte en la Conselleria de Hacienda, tras la apertura de una bolsa de trabajo para incorporar técnicos a la Dirección General de Política Financiera. Aprobó y, en 1991, Montes comienza su historia en el sector público y, de algún modo, en la del IVF, que nació poco más tarde, en 1993, de esa Dirección General de Política Financiera. Desde entonces ha trabajado en distintos departamentos del IVF hasta ocupar el puesto actual, el de director general. Un cargo que desempeña tras haber sido subdirector de Fondos Europeos y que no es nuevo para él, pues ya capitaneó el instituto entre 2012 y 2014, funciones que abandonó para ser secretario autonómico de Hacienda y Presupuestos hasta 2015. 

Una vida que también pasa por disfrutar de su familia, leer libros de historia y escuchar música clásica. «Me gusta mucho la ópera, especialmente la italiana y compositores como Puccini y Verdi, aunque si he de decantarme por uno sería sin lugar a dudas Verdi», confiesa este enamorado de Italia. De hecho, sus viajes también están orientados a su pasión, de ahí que en la conversación salga Verona y su festival de ópera y se le anime a viajar a Viena.  

Una vida vinculada al IVF

Su trayectoria profesional va en paralelo a la del IVF, donde ha vivido desde la fusión de las cajas de ahorros hasta varias crisis económicas. «El IVF se ha mantenido independiente y con el mismo nombre desde su creación, que nació con el objetivo de dotar de recursos más ajustados a perfiles financieros y aportar de un funcionamiento más ágil que el que te permite la administración por la huida del derecho administrativo, que se decía antes», comenta Enrique Montes. Desde ese 1993, el Instituto Valenciano de Finanzas ha ido evolucionando y «hasta no hace mucho» tenía, además de las líneas de financiamiento a las empresas, funciones de gestión de la deuda y avales de la Generalitat y supervisión de entidades financieras bajo tutela de la Generalitat Valenciana.

Sin embargo, hubo una separación de funciones y el IVF se quedó con el core inicial, aunque ha incorporado nuevas líneas de financiación por la crisis de la covid o de Ucrania, como es el caso de las ayudas a los autónomos. «Históricamente, el IVF ha sido un instrumento de financiación empresarial, fundamentalmente pymes, financia proyectos de inversión con aportaciones a largo plazo, acompañando a la banca en este tipo de proyectos, y de un cierto tamaño para aportar un valor. Sin embargo, con la crisis de la covid se planteó abrir el abanico de destinatarios y ofrecer líneas muy generalistas, que llegaran desde un autónomo hasta una gran empresa», matiza destacando la colaboración con la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR). En un futuro, el IVF «se reorientará hacia la función de la banca pública como es la nuestra», aunque las líneas sociales seguirán estando y «se han potenciado». 

En este sentido, Montes recalca que «el IVF tiene que complementar a la banca privada en aquellos aspectos en los que pueda aportar un valor diferencial. Es decir, donde la banca privada no financia adecuadamente por distintos motivos (problemas de solvencia, de información, de entender el modelo de negocio,...) es la financiación pública, en este caso el IVF, la que tiene que estar». Dos vías de financiación, pública y privada, que no deben solaparse: «No tiene sentido que el IVF esté solapándose con lo que hace la banca privada, porque lo único que haría es competir por clientes comunes y que están fuera de nuestra razón de ser. Por eso, el IVF tiene que complementarse con la banca para prestar esa financiación con un valor diferencial respecto al que presta la banca y en aquellos ámbitos en los que a la banca le cuesta llegar».

¿Cómo se presenta 2024 para las empresas? «A nivel macro se presenta con una desaceleración y un ejercicio peor que el de 2023, pues se está descontando un crecimiento en torno al 1,5 —el año pasado se cerró al 2,4— debido a los altos tipos de interés, que se traducen en mayores costes para las empresas. Además, la inflación tiene un carácter persistente —rangos por encima del 3%—, lo que impide que bajen los tipos». Sin embargo, Montes subraya que «la morosidad de las empresas está siendo mucho mejor que en otras situaciones de desaceleración o de estancamiento económico», lo que significa que «las empresas, en general, han reducido el endeudamiento, por lo que están más sanas de cara a situaciones un poquito más complejas como las que vivimos».  

Formación & hobbies


Licenciatura: Ciencias Económicas y Empresariales por la Universitat de València.

Máster y cursos: Máster en Entidades de Depósito en la Fundación Universidad-Empresa de Valencia (Adeit).  

Hobbies: Escuchar música, especialmente la música clásica y óperas italianas; le apasionan los libros de historia —actualmente está leyendo la serie de Santiago Posteguillo Roma soy yo— y estar con sus amigos y familia, y se considera un tanto hedonista. 

* Este artículo se publicó originalmente en el número 114 (abril 2024) de la revista Plaza

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