ALICANTE. El Elche llega al mercado de fichajes de invierno con algo de margen salarial disponible, pero sin fichas libres: tiene ocupadas las 25 con que puede contar como máximo un equipo de LaLiga Santander (artículo 121 del Reglamento General de la Real Federación Española de Fútbol).
Lo anterior implica que han de producirse salidas (traspasos, cesiones o rescisiones unilaterales de contrato) para que puedan haber altas (fichajes), algo necesario si tenemos en cuenta las carencias que tiene hoy el equipo que entrena Francisco Rodríguez, especialmente en la defensa y el centro del campo: tanto el eje como ambos flancos de la zaga necesitan refuerzos y también se echa en falta un mediocentro organizador.
Aunque el club franjiverde carece de director deportivo desde finales de agosto, cuando abandonó la entidad Nico Rodríguez, eso seguirá sin ser un problema para que pueda separar el grano de la paja, pues Sergio Mantecón continúa como secretario técnico y Christian Braganik, el propietario, es agente de futbolistas.
Precisamente dos de los jugadores representados por el empresario argentino, el pivote Iván Marcone y el delantero Darío Benedetto, suenan con fuerza estos días como posibles refuerzos de Independiente de Avellaneda y Boca Juniors de cara al nuevo curso en Argentina, que arrancará en febrero. Los dos están teniendo un papel discreto en lo que llevamos de temporada y no sería de extrañar que cambiaran de aires a lo largo de enero, aunque hay importantes obstáculos a salvar respecto a su hipotética salida, pues a la vinculación entre Marcone y el Elche le resta año y medio de duración, mientras que Benedetto juega de franjiverde en calidad de cedido por el Olympique de Marsella. Además, está por ver que la voluntad de ambos sea la de hacer las maletas, aunque desde el otro lado del Atlántico se apunta a la predisposición de Benedetto a regresar a Boca y tanto de lo mismo de la de Marcone por enrolarse en Independiente (en México también se está hablando de su vuelta a Cruz Azul, otro club de la órbita de Bragarnik).
Lucas Boyé
