VALÈNCIA. "En la bajada de impuestos no nos puede ganar la izquierda", parece pensar el PPCV estas semanas. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció a comienzos de mes una reforma fiscal dirigida a compensar el impacto de la elevada inflación que todavía no ha sido concretada. Situación que ha sido aprovechada por el principal partido de la oposición para dar la batalla con su propuesta en el lugar central del debate político: Les Corts.
El jefe del Consell no ha explicado públicamente a qué impuestos afectará la reforma ni a quiénes favorecerá. En el seno del Consell prima la prudencia, aunque varias fuentes señalan la Conselleria de Hacienda trabaja en varias medidas, una de las cuales pasaría por modificar el tramo autonómico del IRPF. La idea sería introducir cambios que beneficiaran a las rentas medias y bajas pero no a las rentas altas.
Septiembre será el mes clave para que al menos un primer diseño comience a conocerse. La presentación es muy probable que se guarde para el Debate de Política General que tiene lugar los días 27 y 29, y en el cual Puig suele lanzar una batería de anuncios. Posteriormente, habrá de introducirse en la ley de Medidas Fiscales –la conocida como ley de Acompañamiento a los Presupuestos–, lo que conlleva que será necesario un acuerdo entre PSPV, Compromís y Unides Podem. Estas dos últimas formaciones, de hecho, son bastante reticentes a esa bajada impositiva.
Ante este escenario, el PPCV va haciendo marcha para adelantar por la derecha. El líder de los populares valencianos, Carlos Mazón, expuso hace ya un año su propuesta de reforma fiscal, que consistía en un ahorro de 1.530 millones de euros para los contribuyentes de la Comunitat Valenciana. En ella se incluye una bajada de cuatro impuestos principales: el IRPF, Patrimonio, Sucesiones y Donaciones y Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (AJD).
Ahora, el plan es contrarrestar a Puig y a unos socios que no parecen muy convencidos con los planes del presidente de la Generalitat. La primera iniciativa ha sido registrar una proposición no de ley (PNL) en Les Corts firmada por los diputados Rubén Ibáñez y José Antonio Rovira.
En ella viene gran parte de la propuesta que los populares presentaron el pasado septiembre. En el IRPF, una bajada para todos los contribuyentes sin excepción en función de su capacidad económica, además de una simplificación de los tramos. También un aumento del mínimo personal y familiar –la parte del salario neto base que no se somete a tributación– hasta el 10% (el máximo legal) para las rentas inferiores a 50.000 euros.
En Patrimonio, la eliminación del impuesto; en Sucesiones y Donaciones, bonificaciones para que prácticamente desaparezca; y en Transmisiones Patrimoniales una reducción del tipo actual del 10%.
Añaden, igualmente, una nueva promesa anunciada hace varios días y que amplía esa reforma fiscal: una reducción al 3% del impuesto de la vivienda a todas las rentas inferiores a 30.000 euros brutos anuales.
La idea del PPCV es persistir en todas estas medidas en Les Corts. Primero con la PNL, que casi con toda probabilidad no será apoyada por los grupos del Consell. Pero a continuación, con las propuestas de resolución del Debate de Política General –las cuales no son vinculantes aunque suponen la adquisición de un compromiso por parte de los grupos de Gobierno– y, los siguientes meses, con la ley de Acompañamiento.
Esta última tiene que ser aprobada por el Gobierno valenciano y después pasar a tramitación parlamentaria. En esa fase se introducen normalmente numerosas modificaciones a través de enmiendas. El debate de este año entre el propio Botànic se vaticina intenso, aunque resulta muy improbable que se divida en algo a pocos meses de las elecciones autonómicas y municipales debido a que su prioridad es la imagen de unidad. Sin embargo, el PPCV aprovechará para introducir su mensaje ante la evidencia de que en materia de impuestos la izquierda no tiene fácil una acuerdo que contente a todos.