ELCHE. El equipo de gobierno va a rescatar para el próximo año la partida de 100.000 euros dedicada al mantenimiento y conservación de los puentes que sacrificó para poder modificar el presupuesto y destinar 5,4 millones de euros a ayudas sociales y económicas. Ahora está trabajando en los pliegos para la redacción de este plan que supondrá una hoja de ruta para estas infraestructuras clave durante los próximos años. Eso sí, centradas en una primera fase en los puentes colgantes dependientes del Consistorio, es decir, el Pont del Bimil·lenari y el Pont de la Generalitat.
La idea es sacar este pliego a licitación en el primer trimestre de 2021, que estaría centrado en sendos puentes, ya que se estima que es oportuno que pasen una revisión que nunca han tenido, para comprobar cómo están sus tirantes. El Bimil·lenari tiene casi veinte años ya y el de la Generalitat casi 30. Aunque no tienen ninguna afección grave, se pretende hacer un balance de la situación y que se elabore un plan de actuación para el futuro. En una segunda fase, se redactará otro pliego para el resto de puentes y su correspondiente hoja de ruta aplicada a sus necesidades. Eso sí, no para todos, ya que los puentes de Canalejas y el de la Virgen se revisaron hace relativamente poco, durante los mandatos de Alejandro Soler y Mercedes Alonso.
Como asevera el edil de Mantenimiento y Vía Pública, Héctor Díez, "se trata de conseguir tener un estudio de posibles patologías que sufran los puentes y que nos pueda marcar actuaciones de conservación y mantenimiento", y asevera que normalmente lo que han indicado los ingenieros municipales es que el problema más relevante ahora mismo con los puentes de la ciudad es el de la filtraciones de agua a través de la calzada. "Si no se conserva adecuadamente puede dañar la estructura del puente, es difícil, pero puede ocurrir", apunta.
Actualmente no hay problema preocupantes con los puentes, aunque sí que ha habido que realizar diferentes actuaciones relacionadas con estas filtraciones, por ejemplo, en el puente de Altamira y el del Ferrocarril. "Los dos estaban dotados de jardineras, pero los ingenieros de caminos lo que dicen es que la vegetación no es recomendable sobre los puentes, porque añade agua constantemente a los tableros", por lo que no eran aconsejables y por eso se quitaron. "En Altamira había destrozado el armazón de hormigón de la propia hormiguera y había hierros de ese forjado a la vista", asevera. También el año pasado en el del Ferrocarril se cambió la barandilla norte porque estaba muy oxidada y podía ceder. Consecuencia del paso del tiempo, la lluvia o incluso los orines de mascotas, que aunque sorprenda, han provocado la caída de semáforos o árboles, declara el edil.
Así pues, inspecciones y arreglos rutinarios en general. Con la revisión de estos dos puentes colgantes se quiere prevenir para que no ocurra como con el puente de Fernando Reig al que hubo que sustituirle los tirantes al ser centenarios. Son actuaciones complejas y muy caras. En cualquier caso, una vez elaborado esta especie de plan director, se tendrá que sacar a concurso público la ejecución de las pruebas e inspecciones que realizar. Presumiblemente se les realizarán controles de hormigón y del resto de estas complejas estructuras, así como las mencionadas filtraciones, por ejemplo.
De hecho, en el reciente plan de asfaltado del año pasado que se está continuando ahora y que ha empezado por el Bimil·lenari, se va a sellar el tablero con una capa especial además del asfaltado de forma que no deje fisuras y permita filtraciones, ya que el agua se queda debajo y deteriora la estructura. Además, hay que tener en cuenta que colateralmente, con la peatonalización del Plan Centro, sobre todo este último va a tener más tráfico al desviarse este por las rondas periféricas.
A su vez, provocará el efecto contrario en el Pont Nou y el de Santa Teresa, aliviando su tráfico rodado al restringirse el acceso tan solo para vecinos o para cuestiones excepcionales. En este sentido, desde l'Institut d'Estudis Comarcals de la Vega Baixa ya se pidió la catalogación de Bien de Interés Cultural (BIC) para los puentes históricos, el de la Virgen —Santa Teresa—, el Pont Nou —Canalejas— y el de Riegos de Levante. Expediente abierto en Conselleria y que se pidió precisamente por el posible deterioro del tráfico.