ELCHE. El Ayuntamiento de Elche ha iniciado una serie de actuaciones para embellecer los puentes de Altamira y del Ferrocarril y "poner fin a la era del hormigón". El edil de Servicios Públicos, Claudio Guilabert, ha anunciado una serie de trabajos que incluyen la remodelación del vallado, que ya ha comenzado en el puente del Ferrocarril con un nuevo pintado, además del cambio de luminarias más clásicas para seguir apostando por la eficiencia energética, y la recuperación de las jardineras que fueron hormigonadas en gobiernos anteriores.
“Son pequeños detalles que hacen que Elche sea una ciudad modelo en cuanto a embellecimiento. Pocas ciudades tienen más puentes que nosotros y desde el gobierno municipal debemos poner en valor estas infraestructuras de acceso a la zona monumental con el Palacio de Altamira, Basílica de Santa María, Calahorra, Molí del Real o Parque Municipal”, esgrime el edil.
El objetivo es que el cambio de iluminación de los dos puentes sea una realidad antes de las fiestas de agosto, con una inversión de alrededor de 50.000 euros. Por su parte, el proyecto de jardinería, que cuenta con todos los informes técnicos favorables, incluye la impermeabilización e instalación del sistema de regadío y también estará finalizado este verano. Guilabert explica que el hecho de que hubiera goteras no es óbice para cortar por lo sano y hormigonar. "Hay otras opciones", explica, y de ahí el estudio para impermeabilizar y cambiar el sistema de riego. Y en el caso de que se sigan arrancando, como se hacía, se volverán a plantar. En el caso de los trabajos de renovación del vallado, se llevarán a cabo con fondos propios a través de las brigadas municipales.
Asimismo, desde el área de Servicios Públicos, ya se trabaja en un proyecto de iluminación ornamental más complejo en el puente de Canalejas, que dé continuidad a la actuación que también se llevara a cabo en Plaça de Baix. La idea es que sea una realidad para las fiestas de Navidad o principios de 2025. “Se trata de poner en valor el patrimonio de la ciudad, los puntos de acceso a la zona monumental”, pero aún está en estudio y no se ha estimado el posible coste. La idea es que continúe la iluminación que se instalará en la Plaça de Baix y el Ayuntamiento.
Sobre los otros puentes, en este caso el del Bimil·lenari y la situación que arrastra por los problemas en una de las losas de contrapeso, el pliego se está revisando después de que quedara desierto. "Es un problema de presupuesto", explica el edil, ante la posible incertidumbre de las compañías una vez empiecen a excavar y ver lo que encuentren bajo la infraestructura. Por tanto habrá un incremento del precio, y se espera que en el mes de mayo pueda empezar el trámite para volver a licitar la reparación que ya suponía un coste de 1,7 millones de euros.
