ELCHE. Desde la facultad de Periodismo de la Universidad Miguel Hernández (UMH) se formó hace varias semanas un grupo de estudiantes, docentes y profesionales para impulsar una gran iniciativa: un seminario de datos sobre periodismo local, el Local Data Lab. El primer resultado que han hecho público es la tendencia del electorado ilicitano en las últimas cuatro Elecciones Generales, es decir, en la última década. Un estudio que arroja interesantes datos, algunos ya conocidos o previsibles, pero ahora refrendados científicamente: el Partido Popular suele ser el preferido, el PSOE, salvo excepciones, mantiene su bastión socialista en Carrús, y Ciudadanos y Podemos no han acabado de hacerse un hueco a pesar de su buena irrupción en los comicios de 2015.
En el estudio se han abordado las conductas en el voto junto a las variables demográficas del padrón municipal, lo que arroja qué se votó en cada una de las 171 secciones del término municipal. Como se puede comprobar en las fotos y las infografías de bajo, desde 2008 se ve la evolución del bipartidismo, con José Luis Rodríguez Zapatero renovando su segunda presidencia, arrastrando a prácticamente toda la zona trabajadora de Carrús y Toscar, parte del Pla, Altabix y Los Palmerales. Pero incluso en esos comicios, más favorables al PSOE, el PP siguió siendo el más votado en toda la ciudad, algo que aumentó drásticamente en 2011, ya con el estallido de la crisis, por lo que se le castigó tras el adelanto electoral. Incluso en feudos del partido como Carrús, donde sólo resistieron unos sectores socialistas.
Este tipo de datos aportan valiosa información contextual y que permite ver e intentar entender o interpretar el sentir del electorado. Tras la aplastante victoria de Mariano Rajoy en 2011, con mayoría absoluta, las elecciones europeas de 2014 ya atisbaban que el tablero político iba a sufrir una sacudida. Y así fue. En 2015, Podemos y Ciudadanos irrumpen en una ciudad más repartida, aunque aún resiste el PP. Como finalmente ocurrió a nivel nacional. En cualquier caso, ese año se comprueban las tendencias y se ve perfectamente cómo se extrapolan: Podemos pesca en el electorado del PSOE, en parte de Carrús, zona de Toscar y Pla Este, una parte que se había visto variable en las dos anteriores elecciones, alternándose en ambos comicios, salvo la misma parte de Carrús Este. También la formación morada le disputó al PP parte del Raval, donde quedaron en empate técnico.
Logró también atrapar un pequeño reducto electoral en Altabix. Sin embargo, esa zona, sobre todo Altabix nuevo y la parte del estadio y Travalón, fueron a parar a Ciudadanos. Algo que concuerda perfectamente con el perfil que allí vive, familias jóvenes de un nivel económico medio, más acomodado que el trabajador del Pla, Carrús o Toscar donde Podemos había captado voto en jurisdicción socialista. Sin embargo, en 2016, el año del supuesto sorpasso socialista, muchos votantes deciden regresar a su casa original. Ciudadanos pierde su hegemonía en favor del PP en esa parte de Altabix y Travalón, y Podemos también pierde terreno, bien en favor de nuevo del PSOE, o esas zonas volátiles de Carrús que se van alternando y que vuelven a optar por el Partido Popular. Unas elecciones en las que Podemos había perdido esa 'centralidad del tablero', que puede ser una de las numerosas interpretaciones que se pueden hacer de esa transferencia de voto.
Por otra parte, además de la mención a la falta de datos recientemente de partidos como Compromís, o incluso Izquierda Unida más atrás, es muy interesante ver el nivel de participación y la relación social que eso conlleva. Cómo por ejemplo los porcentajes de voto suelen ser buenos datos a nivel general, con una media de un 70 y largo porcentual, superando en muchas ocasiones el 80% de voto del electorado, pero la baja participación de barrios que se han convertido en guetos como Los Palmerales, muchas veces estigmatizados, tras la falta de inversiones y olvido institucional —salvo cada cuatro años y alguna excepción—. También una participación baja aunque no tanto, la que se registra en parte del Toscar y zona del Barrio de la 'Puñalá' al lado del Centro Comercial l'Aljub. Probablemente por desafección y pérdida de interés debido a falta de oportunidades o a sentir rechazo por las instituciones. También arroja esta infografía máximas electorales, el feudo fiel de gran parte de Carrús en el PSOE, las pedanías y el centro en el Partido Popular, o cómo en 2011, cómo el PP entra en parte del electorado de Los Palmerales, barrio que fue decisivo para que Mercedes Alonso lograra la victoria de su partido para la alcaldía por primera vez en la historia.
Son bastantes los datos que se pueden extraer del amplio estudio realizado y daría para varias entregas. En él se analizan por ejemplo los datos demográficos de cada partido en cada elección, donde se ve cómo PSOE y PP ganan en la mediana edad y mayores y cómo luego irrumpen Podemos y Cs entre el voto joven. Datos curiosos como que sólo 4 de las 171 secciones de la ciudad obtuvieron la confianza mayoritaria de los ciudadanos en 2015, cómo la migración prefiere la izquierda, aunque más al PSOE, cómo la alta participación favorece especialmente en Elche al PP y algo menos a Ciudadanos, el voto a Podemos y PSOE, en cambio, crece en las zonas en las que menos ilicitanos acuden a las urnas, o cómo quedaría el Congreso de los Diputados a raíz de la votación en Elche, una de las quince ciudades valencianas consideradas como el 'Ohio' estadounidense; estado clave que suele ser un termómetro muy fiable de las elecciones generales. Por cierto, esa extrapolación al Congreso cuadraría para las elecciones de este domingo 28 de abril con los sondeos internos que tiene el PP para ciudades provinciales como Elche, donde sale —supuestamente— el tripartito de derechas con una ligera mayoría.