Eladio Aniorte deja Asaja Alicante tras 40 años: siempre joven, siempre agricultor

ALICANTE. Eladio Aniorte se va, aunque parecía que esto era algo que nunca iba a suceder. Cuando alguien filtraba que no se quién se estaba postulando para presidente de Asaja Alicante, no había más remedio que descartar la publicación del rumor, puesto que se antojaba imposible que Aniorte se fuese antes del momento que él mismo escogiese. Que ha sido esta semana, tras nada menos que 42 años en un cargo que se vota cada cuatro.

La progresiva retirada de restricciones ha permitido que Aniorte tenga una fiesta de despedida parecida a las que se ofrecían antes de la pandemia, aunque con las lógicas prevenciones. Un acto al que han acudido desde políticos y expolíticos hasta el presidente de la CEV o el de la Cámara de Comercio. El presidente de la asociación a nivel nacional, Pedro Barato, ha agradecido la labor que ha realizado Aniorte, al que han emplazado a "no desligarse" de la asociación porque le requerirán "para dar consejos". De hecho, ya ha sido nombrado presidente honorífico por la asamblea.

Juan Cotino me contaba hace unos años que Asaja la fundaron Eladio y él prácticamente a pachas, aún en los setenta, recorriendo en un utilitario con fichas escritas a mano en el maletero (y miedo a que la democracia recién estrenada no fuese tanta como creían) los campos de la Comunitat, para convencer a los hombres de campo de lo conveniente de formar parte de su asociación, que en Valencia se llamó AVA y en Alicante mantuvo las siglas nacionales y el añadido 'jóvenes agricultores', que es lo que significan las dos últimas siglas.

Fue fundarla y comenzar a presidirla, hasta este viernes. Aunque Aniorte aparentaba ya la edad de jubilación cuando yo lo conocí, en 2004, en mis primeras salidas como redactor en prácticas de Abc en Alicante, han pasado otros 17 años desde entonces para que el eterno representante de los agricultores alicantinos haya dicho basta. Yo no se qué habría hecho hasta ese momento, e ignoro y no quiero saber si percibía alguna compensación por presidir Asaja, pero si así fuera, se ha ganado el suelo, como se suele decir.

Eladio tiene campos de limones en el sur de la provincia, según cuenta él mismo, por los que cada vez obtiene una menor rentabilidad, también dicho por él. Por eso entendía, aunque le molestase, a esos agricultores que vendían su terreno rústico cuando había expectativas de que fuese urbanizable, antes del estallido de la burbuja. Hace unos años, creó con otros socios de la Vega Baja Cafina, Cáñamo y Fibras Naturales, una de las pocas empresas españolas con permiso del Ministerio para cultivar marihuana destinada al uso medicinal, pero se la vendieron a una multinacional holandesa. 

Al margen de ocuparse de sus cultivos, el presidente de Asaja no dudaba en subirse al tractor para cortar la autovía en una protesta contra la política hídrica de Narbona, o para circular por el centro de Alicante con el lema 'Agua para todos' cuando el Gobierno de Zapatero paró las obras del trasvase Júcar-Vinalopó y modificó el trazado para contentar a la parte cedente. Por cierto, que aquello sucedió en 2004, y hoy aún están terminando el trasvase, que se había prometido para 2008. 

El ya presidente honorario de Asaja Alicante fue, así, uno de los protagonistas de la 'guerra del agua' iniciada cuando el PSOE decidió convertirse en antitrasvasista y, tras anular el trasvase del Ebro, cambió el Júcar-Vinalopó hasta complicarlo tanto que aún hoy no es un trasvase, y comenzó a poner en solfa el del Tajo-Segura, que sigue siendo objeto de controversia. Aniorte se va sin haber ganado (pero tampoco perdido) esa 'guerra', y con otros problemas que se antojan difíciles de resolver como el precio en origen de las frutas y hortalizas. 

Su sucesor, José Vicente Andreu, tendrá la oportunidad de continuar la batalla donde Aniorte la deja. Este viernes aseguraba que el cargo era un "regalo", y se comprometía, como hay que hacer en estos casos, a trabajar por y para la agricultura alicantina. El homenajeado, por su parte, advertía de que su colectivo es el que ha salido perjudicado siempre por las decisiones políticas en torno al agua. "Este tema terminará cuando la sensatez impere y por ahora eso no existe". Ojalá que tenga ocasión de verlo.