VALÈNCIA (EP). Un 30% de los adolescentes asegura haber jugado alguna vez en los últimos 12 meses, un 5% reconoce tener sobre problemas relacionados con el juego y entre el 1 y el 1'5% asegura sufrir problemas graves, según datos de la Dirección General de la Ordenación del Juego (DOGJ) dependiente del Ministerio de Consumo.
Así lo advierten el Colegio de Médicos de Alicante (COMA) y la sociedad científica Socidrogalcohol con motivo del Día Sin Juegos de Azar que se celebra este viernes.
Estas entidades han elaborado un vídeo para dar visibilidad a un problema de salud grave que podría incrementarse en los próximos años si no se trabaja en la prevención. Forma parte de la campaña de efemérides sanitarias que lleva a cabo el consejo científico del COMA para informar y ayudar a la población a adoptar y mantener prácticas y estilos de vida saludables.
El trastorno de la conducta adictiva se caracteriza por una falta de control que acaba por tener consecuencias físicas, psicológicas y sociales. En las últimas décadas, la industria del juego ha ejercido una presión muy grande hacia la sociedad y hacia algunos de sus colectivos vulnerables, como los jóvenes o las personas con problemas de adicción, y lo ha hecho de distintas formas, como el número de locales, la publicidad y el marketing y de los modelos a seguir.
De hecho, la facturación tiene un volumen enorme, por encima de los 40.000 millones de euros al año entre loterías, casinos y apuestas deportivas. La inversión publicitaria es proporcional a los millones que facturan. Esta presión se ha traducido en un mayor número de jugadores, sobre todo jóvenes, muchos menores de edad.
"La ludopatía va a generar problemas económicos, de autoestima, de salud mental y problemas familiares. Cuesta aceptar que no hablamos de vicios, sino de enfermedades", afirma el doctor Bartolomé Pérez Gálvez, psiquiatra de la unidad de Alcohología del Hospital de Sant Joan, para advertir: "Con el juego estamos teniendo la misma permisividad e hipocresía que hemos tenido con el alcohol y el tabaco".
Desde la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR) aseguran que no hay más personas con adicción que antes de la pandemia, pero "sí que es cierto que sí hay más personas que antes coqueteando con el juego sin que verdaderamente haya una percepción del riesgo real".
"El peligro es la normalización de las casas de apuestas como espacio de ocio, sobre todo entre los más jóvenes que las usan como lugar de reunión. Está claro que hay una carencia de alternativas de ocio", constata Juan José Lamas, director técnico de FEJAR.
Para los expertos, también se produjo una anomalía, sobre todo durante el confinamiento. "No ha habido más juego, sino una migración hacia otras formas de juego; por ejemplo, de las apuestas deportivas se pasaron al póker". Eso si hablamos de las personas con un problema: los que no lo tenían dejaron de jugar, mientras los que estaban en tratamiento mejoraron porque controlaron mejor sus abstinencias con el apoyo de la familia", agrega Daniel Lloret, psicólogo e investigador en la Universidad Miguel Hernández.