VALÈNCIA. (EP) El 0,4 por ciento de los trabajadores de la Comunitat Valenciana acogidos durante la pandemia a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) continúa con esta figura, lo que supone entre las tasas más bajas del país, junto con Castilla La Mancha, y por delante de Extremadura, Navarra, la Rioja y Aragón (0,3%) y Murcia (0,2%).
Según el informe 'Mercado de trabajo en 50 titulares' elaborado por el Centro de Estudios de Randstad Research, a nivel autonómico, las comunidades insulares son las que más incidencia de ERTE registran, en concreto Canarias (1,5%) y Baleares (1,3%).
Con porcentajes más moderados se sitúan Melilla (1,2%), Ceuta (1,1%), Cataluña (0,8%), Asturias (0,7%), la Comunidad de Madrid y Cantabria, ambas con el 0,6%, la misma tasa que la media nacional. Ya por debajo de la media se encuentran, con un 0,5%, País Vasco, Galicia, Castilla y León y Andalucía y el resto de CCAA.
En España, el informe constata una aceleración de la contratación indefinida desde comienzos de año y un frenazo de la temporal, que sigue la tendencia iniciada en 2021, con un 41,5% de los contratos indefinidos procedentes de la conversión.
La tasa de temporalidad se situó en el 25,4% durante el último trimestre de 2021, lo que implica que tres de cada cuatro trabajadores son indefinidos. En el sector público, la tasa de temporalidad fue del 30,9%, y se mantiene por encima de las cifras del sector privado por duodécimo trimestre consecutivo.
Randstad también señala en su informe que el número de Empresas de Trabajo Temporal (ETT) cayó a finales de 2021 a los niveles de 2014. Estas empresas dieron empleo a 2,34 millones de trabajadores únicos en 2021, un 16,2% más que el año anterior, pero por debajo de las cifras de 2019.
Los contratos entre las empresas usuarias y las ETT, conocidos como contratos de puesta a disposición, aumentaron un 19,1% interanual en 2021.
Al cierre de febrero de este año, el número de trabajadores en expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) fue de 115.311, la cifra más baja desde el comienzo de la pandemia, y apenas representa un 0,6% del total de empleados.
La reducción del número de trabajadores en ERTE comenzó a apreciarse en febrero de 2021, después de haber alcanzado los 3,4 millones de trabajadores en abril de 2020.
El director de Randstad Research, Valentín Bote, señala que "la reducción de las cifras de trabajadores acogidos a ERTE, junto a la recuperación de los niveles de paro previos a la irrupción de la crisis, indican de manera ostensible que la recuperación económica marcha en la dirección correcta".
No obstante, recuerda que todavía existen amenazas como el conflicto entre Rusia y Ucrania, el alto coste de la energía y el paro de transporte.
La cifra de parados cerró 2021 en 3,1 millones, con una tasa de paro del 13,3%, como recuerda Randstad. Eso supuso una bajada de 1,2 puntos porcentuales en el cuatro trimestre de 2021 y una vuelta a los niveles previos a la crisis, cuando era del 13,8%.
La afiliación creció un 4,5% interanual y la afiliación a la Seguridad Social también supera las cifras previas a la pandemia, aunque los datos incluyen a los afectados por ERTE y los autónomos con actividad reducida.
Los sectores que mejor se han recuperado son el de la educación, las actividades sanitarias, las relacionadas con la informática, la agricultura y la construcción. Por el contrario, la hostelería, el comercio y los empleados domésticos todavía arrastran las consecuencias de la pandemia
La recuperación del empleo también ha conllevado una vuelta a la normalidad y a la presencialidad, y en la actualidad apenas teletrabaja de manera habitual un 8% de los profesionales, unos 1.600.000 ocupados.
Por comunidades autónomas, el teletrabajo tiene más aceptación en Madrid (14,5%) y Cataluña (9,7%), mientras que en Ceuta esa cifra cae al 1,7%.