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pp y cs critican la imprevisión del consell; los hoteleros auguran un 15% de cancelaciones

El toque de queda subleva al bipartito de Alicante y al sector turístico: de la 'ineficacia' a las anulaciones

23/07/2021 - 

ALICANTE. El toque de queda acordado por el Consell para contener el avance de la quinta ola de la pandemia del coronavirus en Alicante y otros 76 municipios de la Comunitat provocó este jueves la protesta, en bloque, del equipo de gobierno, el bipartito en situación de minoría compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), y de las asociaciones empresariales vinculadas al sector turístico en la ciudad. 

Sus respectivos representantes -Victoria Puche, de la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante (Apha); César Anca, por la Asociación de Restaurantes de Alicante (ARA); Javier Galdeano, por la Asociación de Locales de Ocio y Restauración (Alroa); e Irene Mas, vicepresidente de la Federación de Empresarios de la Hostelería de la Provincia de Alicante (Fehpa)- protagonizaron una comparecencia pública junto al alcalde, Luis Barcala, y la vicealcaldesa, Mari Carmen Sánchez, en la que cargaron contra la "falta de planificación" y la "ineficacia" del ejecutivo autonómico para evitar otro repunte de contagios. En resumen, todos coincidieron en un mismo diagnóstico: se debería haber intensificado el ritmo de vacunación, también entre los más jóvenes, para procurar que este verano sí fuese "el de la recuperación, como nos habían prometido", según subrayó Anca.

Por el contrario, según subrayaron todos, se habría optado por adoptar "soluciones ineficaces" que, a su juicio, vuelven a criminalizar al sector de la hostelería sin fundamentación científica con el anuncio de las mismas restricciones de siempre, aplicadas sobre los de siempre, que amenazan con echar por tierra las expectativas de la temporada turística con nuevos mensajes "alarmistas". De hecho, según precisó la presidenta de Apha a consulta de Alicante Plaza, la patronal hotelera trabajaba con la estimación de poder cerrar el verano con una ocupación media de entre el 70 y el 75% que ahora ya se teme que no podrá cumplirse. "Hemos observado ya una primera ralentización de las reservas por la forma en la que se están comunicando los contagios y nos tememos que, con estas nuevas restricciones, se puedan precipitar las cancelaciones hasta el punto de que la ocupación pueda caer 15 puntos", aseguró Puche.

Lo cierto es que ninguno de los seis comparecientes escatimó en críticas respecto a la gestión del Consell. Y no fue menos cierto que no fueron los únicos: también llovieron los reproches desde otras ciudades turísticas de la provincia como Benidorm, igualmente gobernada por el PP. De hecho, su alcalde (y ahora también nuevo presidente provincial de los populares), Toni Pérez, apuntó -en declaraciones recogidas por Radio Alicante- que la implantación del toque de queda era una medida inadecuada que amenazaba la recuperación del sector turístico en plena temporada alta. 

Sin embargo, los mensajes lanzados desde la capital fueron, quizá, de los más duros de los que se habrían podido escuchar hasta ahora. Todo pese a que el Consell insistiese en hacer pedagogía y precisar que la ciudad de Alicante se encuentra en un nivel de alerta 4 (la alerta máxima que establece el Ministerio de Sanidad), y que, se dan registros "especialmente negativos en el incremento de casos respecto a la semana anterior, en la positividad de los test y en la incidencia a 14 días". 

En esta línea, fuentes de Sanidad apuntaron que la incidencia acumulada se situaba en 400; que la positividad de las pruebas supera el 22%; y que el número reproductivo básico (a cuántas personas puede contagiar una persona enferma de covid-19) es de 1,42. Una situación que, de acuerdo con la Generalitat, habría propiciado que los técnicos de salud pública hubiesen recomendado que se incluyese a Alicante entre las ciudades con limitación de la movilidad nocturna entre la 1:00 y las 6:00 horas de la madrugada, desde el próximo lunes hasta el 16 de agosto, como medida de contención de nuevos contagios.

No obstante, todos esos argumentos no consiguieron desactivar el malestar. A la postre, las críticas de los empresarios llegaron desde la desesperación, después de más de un año y medio en el que se han visto envueltos en restricciones. Y las de los líderes del bipartito, se produjeron desde la trinchera política. Y, además, en clave de reivindicación. Una respuesta sustancialmente distinta de la que se produjo, por ejemplo, cuando se acordó la implantación del toque de queda sobre San Vicente del Raspeig. En ese momento, su alcalde, el socialista Jesús Villar, se confesó sorprendido por la medida, al considerar que la situación sanitaria de su municipio no era la peor de la provincia, pero lanzó un llamamiento a la responsabilidad de la ciudanía sin manifestar ninguna posición crítica.

Por el contrario, la posición del bipartito de Alicante fue la de exigir un cambio de orientación en la gestión política al frente de la Generalitat, para lo que contó con el apoyo de los empresarios, al tiempo que se les garantizaba respaldo institucional: la promesa de procurar nuevas medidas de alivio como la concesión de nuevas ayudas o la aplicación de bonificaciones en el pago de tasas, por ejemplo. En cualquier caso, de la crítica no se pasó a la acción, con el propósito de evitar la aplicación del toque de queda, ya que el escenario de la interposición de un hipotético recurso municipal frente a las nuevas restricciones queda descartado por pura imposibilidad legal: se trata de una medida a sancionar por el Tribunal Superior de Justicia (TSJCV) sin tener que escuchar o consultar a la parte afectada, según indicó el propio alcalde.

Las asociaciones de hosteleros y hoteleros descalifican las nuevas restricciones por 'ineficaces' y alertan del impacto en la llegada de turistas

¿En qué se sustentaron los reproches de cada interviniente? En primer término, el presidente ARA, César Anca, señaló que el sector tenía que reaccionar frente a un "nuevo ataque" pese a que muchos ciudadanos considerasen que el toque de queda podía ser una medida lógica, en tanto que la hostelería podía permanecer abierta hasta la 1:00 de la madrugada, y que la intención era evitar los botellones.  Con todo, insistió en que la restricción supone "un aviso" a los ciudadanos del conjunto del territorio nacional que podrían estar planificando sus vacaciones y que "están pensando dónde ir". Así, consideró que el toque de queda "es un torpedo en nuestra línea de flotación con el que vamos a ver canceladas muchas reservas que ya teníamos". 

Además, recalcó que "con esto no solucionamos el problema", puesto que, según explicó, los jóvenes "no solo salen por la noche" y se cuestionó si en otros horarios no se producen contagios. Por ello, consideró que "volvemos otra vez a fórmulas equivocadas" y a "criminalizar" cuando, en su opinión, habría que poner el foco en "cómo está gestionando el Consell estos 16 meses de pandemia, siempre señalando a los demás, al ocio y a la restauración, y ahora también a la juventud". De este modo, señaló que se trata de sectores que, hasta ahora, se han prestado como "los mayores aliados para ayudar". "Hemos sido responsables y hemos aportado ideas y la respuesta ha sido cero", insistió. Por ello, reclamó "que se pongan a trabajar, que se pongan a vacunar y a solucionar el problema, sin prohibir".

La presidenta de Apha, Victoria Puche, señaló que "estamos en un momento muy complicado" en el que estas nuevas restricciones "nos posicionan de forma muy caótica respecto a otros destinos". Así, recalcó que el sector turístico y el de la hostelería están cumpliendo todas las medidas higiénico-sanitarias acordadas desde el inicio de la pandemia y aseguró que se estaría trasladando un mensaje alarmista que, según dijo, no se correspondería con una situación de presión hospitalaria que sí se estaría dando en la atención primaria, "en la que no se abren los centros de salud por las tardes". 

Además, dijo no entender por qué no se había previsto una vacunación en masa sobre todo entre el grupo de población juvenil y consideró que, al final, la implantación de más limitaciones transmite una mala imagen ante el turista internacional que podría estar planteándose unas vacaciones en la Comunitat. "Esto va a desviar las reservas hacia otras comunidades que no están teniendo este tipo de restricciones, cuyos números son muy parecidos a los de esta comunidad", incidió. Por ello, también reclamó que se aplicase lógica a la hora de gestionar "para evitar que nos encontremos en una situación seguramente peor que la del año pasado" por lo que expresó su confianza en que se adopten otro tipo de medidas con rapidez que sí puedan ser efectivas.

Por último, emplazó al resto de fuerzas políticas a "echar una mano al sector turístico" y "unirse a esta petición al Consell para que estas medidas no lleguen a ponerse en marcha", indicó. Un mensaje al que también se sumaron el resto de los representantes del sector.

El presidente de Alroa, Javier Galdeano, incidió en que "las circunstancias que se plantean ahora desde el Consell son las peores" al margen del confinamiento. A su juicio, no ha habido "planificación" y, además, siempre se señala al ocio y la restauración cuando las cifras de contagios vuelven a ser negativas. "Nos sentimos engañados porque se nos prometió el invierno pasado que íbamos a tener un verano en el que se iba a poder recuperar lo que se había perdido, y esa promesa se reiteró esta primavera, y se nos exigió sacrificio", señaló. "Y ahora estamos donde estamos, con toque de queda", insistió. Además, recalcó que la restricción de la movilidad nocturna no evitará, por ejemplo, que se pueda producir desplazamientos a otros municipios en los que no se haya implantado esa restricción, por lo que consideró que "se están tomando las medidas equivocadas".

Y, por último, desde el ámbito empresarial, la vicepresidenta de Fehpa, Irene Mas, apuntó que se debería incidir en la vacunación masiva por lo que emplazó al Consell a "hacer sus deberes". "Nosotros llevamos año y medio haciéndolos y cuidando de nuestros clientes, aceptando todas las restricciones y las medidas de seguridad", recalcó. "Si falta vacunar a los jóvenes, pues que se avance con ello", recalcó.

Por parte del bipartito, la vicealcaldesa, Mari Carmen Sánchez, trasladó su comprensión con el sector turístico al considerar que "este es el peor mazazo que se podría esperar y, además, en el peor momento". "Estamos en plena temporada alta, esperando que el turismo arrancase, y la imagen que se está dando es tremendamente nociva, porque al final, el virus no entiende de horarios, se contagia exactamente igual, y lo único que se está haciendo es denigrar la imagen del sector turístico de la ciudad de Alicante", aseguró. Y todo, según agregó, "sin tener ninguna evidencia" del papel del sector en el incremento de los contagios. Así, recordó al Consell que "estamos en una crisis sanitaria y no turística y habrá que tomar medidas en ese ámbito, en lugar de despedir a 3.000 sanitarios", recalcó. 

Y el alcalde, Luis Barcala, cerró la comparecencia con más reproches encaminados en la misma dirección, al sostener que "el esfuerzo" que se exigió para lograr la recuperación no estaría sirviendo para nada. "Cuando las cifras iban bien, se sacaba pecho y se decía que éramos los mejores de Europa, y ahora nos encontramos peor que el verano pasado y estamos afrontando nuevos toques de queda y nuevas restricciones", recalcó. Así, consideró que el Consell no habría hecho sus deberes al no modificar "los planes de vacunación pese al retraso que tenían y no la incrementó; y lo que es peor, tiró a la calle a 3.200 sanitarios en un momento en el que la pandemia no había pasado y en el que nos situábamos a las puertas del verano, cuando las plantillas se tienen que tomar vacaciones, y cuando la población a atender se multiplica, sobre todo en los municipios costeros", señaló. 

Así, tildó las medidas acordadas de "improvisadas" y "chapuceras" tras asegurar que son "las mismas de siempre" que se adoptan para tapar la "incompetencia del Consell y de la Conselleria de Sanidad" y para "tapar las carencias del sistema sanitario en este momento", que se demostraría en el cierre de los consultorios por la tarde y en los recortes en la atención primaria. "Al Consell lo que le preocupa es que se ponga de manifiesto esas carencias", abundó. De igual modo, señaló que medidas como el toque de queda "no están dando resultado" en los municipios en los que ya se vienen aplicando, por lo que se cuestionó por qué seguían adoptándose esas restricciones. A su juicio, deberían adoptarse otras decisiones como el avance en la vacunación, tras acumular un desfase de 300.000 dosis, sin que se hayan compensado las acordadas para atender a los desplazados, por ejemplo.

Barcala y Sánchez instan al Consell a adoptar "medidas sanitarias frente a una crisis sanitaria" y exigen aumentar el ritmo de vacunación además de un refuerzo de personal médico

De igual modo, incidió en que tampoco "se tuvo previsión para adelantar la vacunación de los jóvenes" y se siguen adoptando las mismas medidas cuando "lo que hace falta es la vacunación: una vacuna hace más que cerrar un bar". "Qué venga la consellera Barceló y lo expliqué", añadió, para instarla, además, a exponer las cifras en las que se sustenta la implantación del toque de queda. Por ello, recalcó que las medidas que resultarían necesarias serían el avance en la vacunación, incrementar el número de sanitarios. Es decir, "medidas sanitarias, frente a un problema sanitario". "No aceptamos la criminalización de los jóvenes y del sector turístico; no son los culpables y no aportan un mayor riesgo de contagio", incidió. De ahí que manifestase su compromiso de apoyo al sector, tras la concesión de las ayudas de la segunda fase del Plan Resistir y anunció que se mantendrán "las políticas de exenciones y de bonificaciones fiscales y tributarias mientras haya recortes y restricciones que afecten al sector", recalcó. "No vamos a abandonar a nuestros sectores productivos", insistió, porque "estas medidas arruinan a los empresarios". "Estamos regalando oportunidades a otros destinos, pese al tiempo que costó conseguir esa ventaja, y ahora la estamos perdiendo", concluyó.

De este modo, tras descartar la posibilidad de emprender medias legales, incidió en que la única capacidad de maniobra del Ayuntamiento es reivindicar que se incremente el ritmo de vacunación, también entre los más jóvenes, "como están haciendo ya otras comunidades autónomas", sin mencionar que, en estos momentos, la Generalitat ya ha anunciado el avance de la inoculación entre la población de entre 20 y 30 años y que se prevé iniciar la de los jóvenes de 17 y 18 años la última semana de agosto. Sea como fuere, también aseguró que el objetivo del equipo de gobierno es seguir destinando los recursos a su alcance para sostener al sector que "supone el 9% del PIB de la provincia y más de 80.000 empleos". "No podemos sumar a una crisis sanitaria, también una crisis económica", concluyó.

La réplica del eje progresista

Las manifestaciones de Barcala y Sánchez motivaron las valoraciones posteriores de los representantes de los tres grupos políticos que conforman el eje progresista en la corporación municipal. En suma, los ediles de PSOE, Unides Podem y Compromís mostraron su respaldo y comprensión respecto a la situación de los empresarios del sector turístico pero insistieron en defender que las medidas del Consell estaban justificadas ante la actual situación sanitaria frente a las "falsedades" que, a su juicio, habrían expuesto los líderes del bipartito. Además, solicitaron unidad en la adopción de soluciones, frente a la deslealtad que atribuyeron a la actitud del bipartito.

En primer lugar, la portavoz adjunta del PSOE, Trini Amorós, insistió en el mensaje trasladado por la Generalitat para justificar la adopción de las restricciones en la movilidad nocturna, al señalar que Alicante se encuentra en nivel de alerta 4 y aseguró que el Consell "siempre ha estado respaldando al sector turístico porque ha sido un sector que ha tenido un comportamiento ejemplar". "Al PSOE y al Consell lo que nos hubiera gustado que hubiese habido más colaboración con el Ayuntamiento", enfatizó. Después, aseguró que la Comunitat había sido "la que más ayudas había habilitado" para cifrarla en 160 millones. Además, reprochó al alcalde, Luis Barcala, que no haya atendido la petición del PSOE de destinar 20 millones del remanente municipal para habilitar una línea de financiación de pymes y empresas con el fin de garantizar su supervivencia. Y, por último, aseguró que "se debe trabajar conjuntamente y no acusar a nadie con el dedo". Es más, señaló que "el resto de comunidades, como Galicia o Castilla y León, están adoptando las mismas medidas que ha tomado el Consell y el compromiso del Consell es salvar vidas, empleos y empresas y no queremos dejar a nadie atrás; por eso necesitamos la ayuda de todas las instituciones, no necesitamos fracturas, para sacar a flote a todos los sectores económicos".

PSOE, Unides Podem y Compromís defienden las medidas de control aplicadas por el Consell para bajar la cifra de contagios y reclaman responsabilidad al bipartito para mantener la lealtad institucional

Por Compromís, su portavoz, Natxo Bellido, expresó también la empatía de su formación "con los sectores que más les afectan las restricciones horarias, pero condenamos la enorme irresponsabilidad del alcalde Barcala ante la preocupante situación de incidencia sanitaria de Alicante, ya en Nivel 4". "Es un momento de exigir responsabilidad", recalcó. "Para afrontar esta pandemia solo hay un camino: atender a las recomendaciones de los responsables sanitarios; cuando las hemos seguido, las cosas han ido bien", incidió.

Así, aseguró que si no mejoran las cifras de incidencia, "no vamos a tener turismo, más allá de que la prioridad sigue siendo salvar vidas y cortar el preocupante ascenso de presión sanitaria de las últimas semanas, tanto en atención primaria, como en hospitales y las UCI", recalcó. "Esa situación comienza a ser muy preocupante", incidió, aunque los hospitales no están colapsados, aunque -según apuntó- sí existe ese colapso en atención primaria, lo que redunda en la covid y en otro tipo de enfermedades. 

En esta línea, también recurrió a la crítica política a la hora de plantear propuestas, al emplazar al equipo de gobierno a pedir a "la señora Ayuso", presidenta de la Comunidad de Madrid, "que libere el medio millón de vacunas que tiene en la nevera". "Hay que aumentar el ritmo de vacunación y no nos están llegando todas las dosis que necesitamos", recalcó. Además, lamentó que "todavía no se hayan pagado las ayudas" de la segunda fase del Plan Resistir en el Ayuntamiento de Alicante. "Hay que hablar menos y hacer más", insistió. Así, instó a Barcala a "abandonar la demagogia y la irresponsabilidad, a agilizar el pago de ayudas que sigue pendiente a autónomos y pymes y a colaborar lealmente con el Botànic para frenar la curva".

Por último, aseguró que no se debía criminalizar a los jóvenes, pero señaló que se debía controlar el ocio nocturno "porque la gente que se está contagiando nos dice dónde se está contagiando". De ahí que solicitase "responsabilidad a todo el mundo para parar esta pandemia y ahí actividades que generan más riesgo que otras, y eso lo sabemos". "No decírselo a la ciudadanía es pensar que es tonta o tratarla como menor de edad", concluyó.

En tercer lugar, el portavoz de Unides Podem, Xavier López, señaló que, a su juicio, la comparecencia de Barcala había sido "la confirmación de la ayusización del discurso político del PP en Alicante;  un discurso político que se aleja de lo que están recomendando los expertos sanitarios que son a los que tenemos que escuchar, y las medidas que tenemos que implementar. en un momento en el que en los últimos 15 días se ha doblado las personas que están ingresadas en la UCI, y una de cada cinco tiene menos de 30 años".

Así, aseguró que "ante eso, siempre que el Consell ha tomado medidas contundentes, como además, siempre ha estado exigiendo Unides Podem en las Cortes Valencianas, hemos tenido resultados positivos. Llegamos a liderar a nivel europeo el ranking de bajada de contagios, por lo tanto, nuestro apoyo siempre a las medidas que van a poner la salud en el centro de la agenda política por encima de los intereses económicos". 

En todo caso, expresó su empatía con el sector turístico "y con el resto de sectores económicos de esta ciudad, porque hay que recordar que en esta ciudad hay un 20% de personas que no tienen para pagar los servicios básicos, para cubrir sus necesidades esenciales y a esas personas este alcalde no les hace ningún caso". Es más, señaló que "a las asociaciones que están amortiguando esa subida de la pobreza, las ignora, las boicotea, cuando no las insulta. Lo que le exigimos al alcalde es que este con todos, con el sector turístico, con las pymes, con las trabajadoras y los trabajadores", añadió.

Para terminar, recalcó que "lo que le pedimos también es responsabilidad con sus discursos, porque han mentido; han dicho que Alicante no está peor, que los hospitales no están peor; no es cierto, tanto el Hospital de San Juan como el de Alicante están peor. Ante eso, responsabilidad en los discursos y no más demagogia", concluyó.

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