ALICANTE. El estallido de la crisis sanitaria y social del coronavirus ha obligado al Banco Sabadell a meter en un cajón su plan de negocio para el ejercicio 2020, y centrarse en afrontar dicha crisis y preparar su recuperación, y la de sus clientes, una vez que pase. Así lo ha advertido este jueves el presidente del banco, Josep Oliu, durante su intervención en la junta de accionistas anual que se ha celebrado de forma telemática. "Probablemente este 2020 vaya ser un año en que, una vez más, tengamos que hacer algún sacrificio", ha admitido Oliu, aunque sin concretar más en este sentido.
La junta se ha celebrado en el salón de actos del banco en la avenida Óscar Esplá de Alicante, a donde se han desplazado el presidente de la entidad, su consejero delegado, Jaume Guardiola, y el secretario del consejo, Miquel Roca. El resto de consejeros y los accionistas han seguido el desarrollo de la junta por vía telemática. Con un 61,5% del capital representado, los accionistas han validado la gestión del consejo de administración en el ejercicio 2019, el resultado de la entidad y el reparto de un dividendo de 0,04 euros por acción.
La crisis del Covid-19 ha condicionado de principio a fin la junta de accionistas, tanto en su desarrollo como en las intervenciones de Oliu y Guardiola. Así, superar la crisis provocada por el actual estado de emergencia se ha convertido en "el único objetivo" de Sabadell a corto plazo, en un contexto en el que el plan estratégico en vigor finalizaba este 2020, según ha admitido el presidente de la entidad.
"Tenemos enfrente este 2020 un enorme reto que de alguna forma se ha sobrepuesto a lo que era nuestro objetivo y la base sobre la que estableceríamos nuestro próximo plan estratégico. A corto plazo, nuestro único objetivo es superar la crisis provocada por el actual estado de emergencia, pero una vez ello se complete, la prioridad del banco va a ser la mejora de la rentabilidad a partir de donde estemos", ha explicado Oliu a los accionistas de la entidad. "Estamos ante un reto descomunal sin precedentes", cuyo coste dependerá de la duración de la crisis sanitaria y la efectividad de las medidas que se apliquen.
Oliu ha asegurado que desde el Sabadell apoyan las medidas adoptadas por el Gobierno español (moratorias, subvenciones, avales y garantías públicas para que el crédito cubra el déficit temporal de solvencia social), y especialmente los avales a empresas para cubrir las pérdidas del periodo de baja actividad sin poner en riesgo la solvencia de los bancos. El presidente de la entidad ha pedido que el coste social y económico de la pandemia sea absorbido con "la máxima mutalización" posible. "Los bancos afrontamos este nuevo reto con una solvencia muy diferente de la que teníamos en 2008 y con liquidez suficiente. Seremos pues fundamentales".
Por su parte, el consejero delegado ha recordado que las prioridades de gestión al iniciar el año eran mantener la dinámica comercial, seguir reduciendo activos problemáticos y ejecutar el plan estratégico de TSB. "Sin embargo, el estallido abrupto de la crisis del coronavirus hace que nuestra prioridad principal, a día de hoy, sea la protección de la salud de nuestro equipo y de todas aquellas personas con las que tenemos relación, a la vez que garantizamos la continuidad operativa". Guardiola ha avanzado que la crisis del Covid-19 tenga "impactos relevantes" en las economías en las que el banco opera, aunque "existe incertidumbre" sobre su profundidad y extensión.
En la votación del orden del día, los accionistas también han dado el visto bueno al nombramiento como consejera independiente de Mireia Giné Torrens, que refuerza el peso de los miembros con esta categoría en el consejo de administración. Giné sustituirá a Maria Teresa Garcia-Milà Lloveras (consejera externa), que continuará vinculada al grupo como presidenta de Sabadell Information Systems (Sabis), la filial tecnológica de la entidad.
En cuanto a las habituales intervenciones de los accionistas, se han registrado dos. La primera, de dos accionistas que se interesaban por la cotización de la acción del Sabadell (ligeramente por encima de los 50 céntimos de euro este jueves) y la falta de información que denuncian de la entidad. Y la segunda, de los ya clásicos representantes de la campaña Banca Armada que piden al Sabadell que no colabore con empresas, como Indra, que se dedican a fabricar armamento. Ambas han constado en acta y los accionistas recibirán por escrito la respuesta del consejo de administración. Es la primera junta de accionistas de la entidad desde 2017 en la que se no se registran intervenciones sobre el traslado de domicilio social o las cuotas de la CAM.