ELCHE. Tras el escándalo que se ha montado con lo acontecido en la Semana Santa ilicitana el pasado viernes de Dolores, el 22 de marzo, por las supuestas relaciones que mantuvo el concejal José Navarro bajo un trono y que el concejal niega tajantemente, el PSOE pide al edil que dimita. Y si no lo hace, que el alcalde Pablo Ruz tome cartas en el asunto y lo cese. Apelando al escrito que ha enviado este miércoles, los socialistas sostienen que en todo caso, lo que es seguro es que Navarro estaba en situación de ebriedad en el templo y que el regidor reprueba su actitud, por lo que entienden que debe dimitir o ser cesado ante la imagen que se está dando. También fuera de la ciudad.
El grupo municipal pide a Navarro que deje el acta de concejal del Ayuntamiento y que si no lo hace, que sea Ruz quien "tome las medidas correspondientes para que el señor Navarro no forme parte de la Corporación Municipal y lo cese y le retire las competencias porque no se pueden consentir este tipo de hechos". Desde el PSOE entienden que tanto el alcalde como su socia de gobierno, Aurora Rodil (Vox), deben dar explicaciones ante los hechos admitidos por el concejal. Esto es, que entró bebido a la iglesia la noche de marras.
"Manifestamos, además, que no pueden mirar hacia otro lado y negar la evidencia. Como grupo municipal, no hacemos valoraciones de ningún tipo de la vida privada de nadie, sino que denunciamos que un concejal no puede tener ese tipo de comportamiento en un lugar sagrado como una iglesia".
Sin entrar en detalles, el partido califica de "muy graves" los hechos que "supuestamente" se han relatado en los diferentes de comunicación, y se apoya en que en el correo enviado por el edil desde su cuenta personal, admite que tuvo un "comportamiento fuera de lugar ese día en el interior de la iglesia bajo los efectos del alcohol", lo que consideran como un comportamiento "absolutamente inadecuado, intolerable y vergonzoso por parte del concejal de Seguridad y Deportes del gobierno de PP y VOX, inapropiado por parte de un servidor público y portavoz del Grupo Municipal Popular".
En el propio comunicado Navarro reconoce que ha sido "reprobado y censurado" por el alcalde, lo que a juicio de los socialistas, "es una prueba de que no tiene la confianza del alcalde". Agregan que esta situación y hechos han desencadenado una avalancha de comentarios tanto en redes sociales como en los diferentes canales de información, "algunos de ellos borrados por parte del ayuntamiento", y en medios de comunicación, y que "dan una mala imagen al Ayuntamiento y a un concejal que en estos momentos ostenta cargos de responsabilidad pública y política".
Asimismo, y por último, inciden que además de haber reconocido estos hechos el concejal, "todas las publicaciones y comentarios que han corrido por los diferentes canales de comunicación durante cerca de tres semanas, han dado lugar a una imagen negativa y mala de nuestra ciudad y nuestra Semana Santa que no se puede consentir".
