El secretario general del PSOE de Alicante, Miguel Millana, junto al alcalde, Luis Barcala, en un pleno, en imagen de archivo.ALICANTE. El PSOE de Alicante ha denunciado este martes, a través de un comunicado, que el alcalde, Luis Barcala (PP), "se tiene que ir a València a vender su gestión municipal porque no se atreve a hacerlo público en Alicante por el descrédito político de un alcalde que es incapaz de crear un modelo de ciudad. Y es que hay un sinfín de cuestiones donde ‘patina’ este alcalde. Baja los impuestos a los que más tienen (IBI); tiene paralizadas las grandes contratas; no ha sido capaz de abordar el cambio de sistema productivo apostando por las nuevas tecnologías (Alicante Futura es una entelequia) y cada vez tiene más abandonados los barrios social y económicamente".
El secretario general del PSPV-PSOE de Alicante, Miguel Millana, afirma que no comprende "cómo es posible que este alcalde saque pecho y se vaya a València a hacer el ridículo, como en Bruselas. Encima, lo poco que hace, lo hace mal, como la aprobación de una ordenanza de la mendicidad y prostitución que es la vergüenza de España porque está dirigida a sancionar a la población mas vulnerable. Tampoco ha sabido gestionar la pandemia, cuya acción ha sido nula; solo ha ido a la Zona Norte una vez a repartir mascarillas. También es falso que haya habido ayudas económicas directas, como nosotros propusimos con un plan de 20 millones de euros, a las pymes y micropymes, y así, todo".
Así, ha asegurado que "no hay quien le compre el relato a este alcalde". Para el PSOE, "si todo lo contado es grave, lo es más aún, que hable de Alicante como la primera ciudad española con más libertad económica. El PP, que gobernó durante 20 años seguidos esta ciudad, dejó unas arcas municipales en quiebra técnica. De hecho, el ministro Montoro (PP) intervino el Ayuntamiento. Y, ¿quién saneó las cuentas municipales? Pues sí, un gobierno socialista. Y después de cuatro años consecutivos al frente de la Alcaldía, nos encontramos con un Barcala sin rumbo, sin indicios de un nuevo PGOU (estamos aún con el de 1987) y lo que es más grave, sin modelo de ciudad", ha concluido.
