ALICANTE. Londoners, el experimento sociológico a base de retratos que el alicantino Alex Amorós inauguró el pasado mes enero en las instalaciones de Radio London Hair Salon, en el centro de Londres, seguirá expuesto allí hasta el 30 de marzo, pero después vendrá a Alicante reconvertido en un nuevo formato y con imágenes inéditas. La muestra que desarrolló a lo largo de varios años, fotografiando las caras de personas anónimas a la salida del metro, trataba de visualizar la incomunicación de las personas en su día a día, en una de las ciudades con una población más diversa y multicultural del mundo. Esas instantáneas, que además han sido recogidas en un fotolibro, vendrán a la tierra de origen de su autor, donde se expondrán en un emplazamiento que será desvelado este viernes por el propio fotógrafo en sus redes sociales. Ahora trabaja, además, en un nuevo proyecto que presentará próximamente y que ha desarrollado con personas mayores en un lugar tan emblemático como es La Explanada.
La exposición llenó el aforo de la galería durante el evento de inauguración, lo que sería un preludio del éxito que cosecharía en los días posteriores. Y es que los rostros de los retratados han mirado a los ojos de cientos de personas que han acudido a la galería durante todo este tiempo en el que han permanecido expuestas las imágenes. Una muestra que incluye más de cien caras que dejan ver de alguna forma sus correspondientes personalidades. Todo un reto para Alex Amorós, que se valía de los diez o quince segundos que le permitía cada protagonista para que ejecutara el disparo.
"Me encanta observar a la gente, es parte de mi trabajo, y ha sido un experimento sociológico para mí, que veía cómo la gente va a diario con tanta prisa que no se presta atención ni se dirige la palabra", relata Amorós. Ese proceso de observación y análisis le ha hecho charlar con más de un millar de individuos, entre los que ha encontrado a gente de todo tipo, permitiéndole comprobar que quizá nada era lo que parecía. En la mayoría de ocasiones la predisposición a participar en su acción artística ha sido positiva.
A pesar del pasotismo, la incomunicación y la velocidad o el estrés que se apreciaba en un primer momento en sus caras, tan solo un treinta por ciento declinaba la propuesta del fotógrafo para que participaran en su proyecto. Un grado de aceptación con el que ha conseguido un final cargado de diversidad de género, edad y estilo. "Paraba a quien me llamaba la atención, sin ningún tipo de pretensión ni de objetivo estético, pero sí es cierto que, inconscientemente, seleccionaba a quienes tenían una forma de vestir que me gustaba o una fisionomía más llamativa, lo que ha condicionado el resultado", explica.
"Fui depurando mis habilidades sociales y mi forma de acercarme a la gente para preguntarles, en cuanto a qué decir y cómo hacerlo, haciendo además la primera fotografía a más distancia para luego ir aproximándome a ellos en la medida en que me iba ganando su confianza, por ejemplo", relata sobre la ejecución de las imágenes. Unas instantáneas que compartía después en sus redes sociales, lo que le llevaría a hacerlo visible para otros profesionales de la fotografía que le animaron a darle forma. Algo que se convirtió el realidad en tan solo dieciséis días mediante el crowdfunding y que también derivó en toda una red de contactos a nivel personal y profesional que mantiene hoy en día.
Alex Amorós reside en Londres, donde ha vivido seis años en dos etapas distintas, pero aprovecha cada vez que puede para visitar su ciudad natal, Alicante, donde también lleva un par de años desarrollando un proyecto con personas mayores en un espacio tan significativo como es La Explanada. Un trabajo que quiere exponer cuando finalice con Londoners, ya que se trata precisamente de una especie de contraposición con el anterior. "A menudo acudo a ese lugar para ver cómo allí las personas sí interactúan y hablan entre ellos, sobretodo los mayores, de quienes me encanta escuchar historias", explica.
El fotógrafo ha elaborado ya un centenar de imágenes de distintos hombres y mujeres de edad avanzada que pasan su tiempo por el emblemático paseo alicantino. Un lugar cargado de luz y color que además de ser un lujo a nivel artístico, se convierte también en todo un desafío para la cámara. Características que también harán de este proyecto algo distinto al anterior, ya que los retratos de londinenses han sido elaborados en blanco y negro mientras que en esta ocasión se harán a color. Además, le encantaría que esta muestra se exhibiera en exterior y en el propio paseo de La Explanada.
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