ELCHE. La pasada semana el Ayuntamiento sacaba a licitación el soporte técnico para la realización de un nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), ya que el actual data de 2009 y necesita diferentes adecuaciones de acuerdo a los nuevos retos de movilidad, así como al propio objetivo del Consistorio de lograr que Elche sea Capital Verde Europea en 2030. Para este nuevo plan pretenden principalmente que se consiga un transporte más eficiente, con un mayor peso de los medios de transporte públicos, así como la potenciación del uso de la bicicleta o establecer vías más accesibles para los peatones. Se ha aprobado un presupuesto base de licitación de 99.177,55 euros para un plazo de ejecución de ocho meses.
Si bien el PMUS de 2009 tenía como objetivo la mejorar de la movilidad en el municipio de acuerdo a criterios de sostenibilidad, potenciando el transporte público, los modos no motorizados y la inter-modalidad, el informe municipal estima que se han materializado casi en su totalidad, por lo que ahora es momento de hacer un plan que se adecúe a los desarrollos urbanos de los últimos años y a la expansión de nuevos núcleos residenciales. Algunos de estos son zonas de la Galia, de Carrús y mucho en Altabix, en la zona del estadio Martínez Valero. En definitiva, buscar medios más eficientes desde una perspectiva energética y medioambiental con políticas sectoriales que los potencien.
Esta intervención está dentro de las ayudas de la Generalitat para estos planes dentro del Programa Operativo Feder de la Comunidad Valenciana 2014-2020, que obedece a una apuesta europea por mayor calidad en el transporte público y medios no motorizados, además de al Ayuntamiento para avanzar en el objetivo de Elx 2030. El carácter integral del PMUS deberá planificar y programar las actuaciones de todas las áreas que afecten a la movilidad municipal, para lo que deberá recoger las estrategias e instrumentos necesarios y adecuados que consigan el uso coordinado y eficiente de los medios de transporte. Sobre todo en lo referente a ámbitos como la regulación, control y acceso del estacionamiento del centro urbano, al desarrollo y mejora de la oferta de los diferentes modos de transporte público, así como al desarrollo de medidas de integración institucional, tarifaria y física de los diferentes sistemas de transporte público y su inter-modalidad.
También desde el Ayuntamiento se pide la ordenación y explotación de la red principal de viario de los diferentes medios, además del fomento de la movilidad en bici y a pie mediante la construcción y/o reserva de espacios y supresión de barreras arquitectónicas para el peatón y bicicleta de forma adecuada y segura en su entorno. Por otra parte, se demanda la gestión de movilidad en aspectos relativos a grandes centros de atracción y regulación de la carga, descarga y reparto de mercancías en la ciudad. En definitiva, el plan ha de recuperar y analizar la situación y la evolución social, territorial, así como los lugares donde se encuentra el empleo, los aforos de tráfico, aparcamientos o posibles usos de suelo, para adaptarse a las nuevas demandas y necesidades sociales que llegarán en los próximos años.
Para ello se pide un trabajo de campo, además de la realización de un análisis y diagnóstico en el que se tengan en cuenta las tendencias económicas y demográficas, la incidencia del transporte en nuevos desarrollos urbanos. Piden también que se tenga en cuenta a los más vulnerables, movilidad reducida, ancianos y niños. Asimismo, para seguir fomentando el peso de los peatones sobre los vehículos privados, el plan plantea la creación de circuitos peatonales de largo recorrido que unan barrios, vertebrando la ciudad, así como programas de ordenación de la circulación y de los aparcamientos.
Este plan contará con la tutela y la dirección de los técnicos municipales del área, y además trabajará en él un equipo multidisciplinar, dado que es una cuestión transversal a casi todos los departamentos municipales. En el propio contrato figura que para realizar este plan se utilizarán medios no contaminantes, con prioridad a los materiales reciclados y con un consumo mínimo de energía, y que esta provenga de fuentes renovables. Por otra parte, paradójicamente Margalló Ecologistes en Acció Elx denunciaba estos días que la policía local y el Ayuntamiento “han declarado la guerra a la bicicleta”, ya que están recibiendo muchas multas en la zona de la Avenida del Ferrocarril por no ir por el carril bici —“pese a que el carril bici no cumple con las garantías de seguridad para ciclistas”, resaltan— o por cruzar pasos peatonales en bicicleta aun sin generar situaciones de riesgo. Creen que a base de multas lo que se hace es precisamente desincentivar su uso, y que se ven obligados a cometer estas infracciones porque falta seguridad y porque falta algún experto en la materia “que haya sufrido lo que supone desplazarse a diario en bici por Elche”.