Los ediles de Compromís, Espuch, Bellido y Tirado, tras presentar su renuncia. Foto: EFE / LORENZOALICANTE. "El de hoy es un día duro". Es la frase con la que el portavoz municipal de Compromís, Natxo Bellido, resumió este miércoles el sentimiento de la agrupación local de la coalición valencianista, al tener que presentar su renuncia a las competencias de gobierno que manejaba desde junio de 2015. "Compromís no quiere dejar el gobierno, pero prima la coherencia y la responsabilidad; dijimos que veníamos a cambiar las cosas y la manera de hacerlas y no podemos continuar así", abundó el también secretario general local en la comparecencia pública ofrecida ante los medios para dar cuenta de su salida, después de que el PSPV no haya propiciado la dimisión del alcalde en cumplimiento de lo previsto en el pacto de refundación del equipo de Gobierno para el supuesto de que se agravase alguna de las investigaciones que afectan a Echávarri.
Lo cierto es que el abandono no ha sido fácil y, según sus propios representantes, pesa (y mucho) en el grupo municipal y en el conjunto de la militancia. Sobre todo, por el momento en el que se produce, pasado el ecuador del mandato, cuando, según las fuentes consultadas, "realmente se iba a comenzar a plasmar el resultado del trabajo realizado". "Lo peor es que puede dar la sensación de que nos vamos con todo por hacer, y que sólo ha habido ruido, cuando es ahora cuando se está comenzando a visibilizar toda la gestión", apuntaron fuentes de la coalición. ¿En qué líneas? Según las mismas fuentes, fundamentalmente en los proyectos del programa de reurbanización de Las Cigarreras, cofinanciados por la Unión Europea como estregia DUSI; en la redacción del Plan Ciudad; en la mejora de las condiciones urbanísticas y servicios de las áreas industriales; o en el desarrollo del proyecto Alicante Ciudad de la Memoria, con la recuperación de los refugios o la puesta en marcha del centro de interpretación de la Guerra Civil en Alicante (MEGA), entre otros puntos. Eso sí, en el debe, también quedaría pendiente, por ejemplo, el ajuste del callejero a la Ley de Memoria Histórica, tras la sentencia que anula el acuerdo de renomenclatura por haberse acordado en Junta de Gobierno, y no en el pleno.
Las competencias de Bellido, Espuch y Tirado pasarán a los seis concejales del PSOE de manera colegiada
¿Qué sucederá ahora con esas iniciativas? Todas quedarán en manos de los seis concejales del grupo municipal socialista, como avanzó este miércoles el alcalde, Gabriel Echávarri, tras valorar la salida de sus hasta ahora socios de Gobierno. Las concejalías que dirigían los tres ediles de Compromís recaerán en los miembros de la Junta de Gobierno de manera colegiada. Todas salvo Presidencia o Coordinación de Proyectos que, según resaltó Echávarri, dejan de tener sentido. En esta línea, Bellido precisó que Compromís se pondría a disposición del PSOE para facilitar el traspaso de responsabilidades de sus departamentos.
La coalición también prescinde de una de sus principales responsabilidades en el equipo de Gobierno: la portavocía que venía ejerciendo el propio Bellido como fórmula de equilibrio en el reparto de poderes que se pactó en 2015, cuando se decidió conceder la Alcaldía a Echávarri (PSOE) y la vicealcaldía y la concejalía de Urbanismo al portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón. Esa función comunicativa -que proporciona un plus de exposición mediática- recaerá ahora en la edil de Turismo y Deportes, Eva Montesinos (PSOE).
¿Qué papel ejercerá a partir de ahora Compromís? Según Bellido, el de hacer oposición desde la lealtad y velar por el cumplimiento tanto de su programa electoral, como de los acuerdos reflejados en el pacto de gobierno que se firmó en 2015. Todo, con la expectativa de que se pueda promover una refundación del pacto de gobierno y regresar a la gestión municipal.
