El 5 de mayo de 2024 es ya una fecha que los aficionados del equipo blanquiazul no olvidarán en su vida, al conseguir el ansiado ascenso a Primera Federación, que daba lugar a escenas que recordaban otros momentos felices en la historia de la formación alicantina por excelencia
ALICANTE. «Alicante tiene tres cosas que en España son muy famosas; son sus playas, son sus palmeras y es el Hércules campeón», dice el himno del Hércules Club de Fútbol en su primera estrofa. Esas tres cosas y otras muchas más son partes indivisibles de las Hogueras.
El 5 de mayo de 2024 ya es una fecha que los aficionados del Hércules no olvidarán en su vida. Ese domingo, festividad del Día de la Madre, el primer equipo blanquiazul con Rubén Torrecilla en su banquillo derrotaba al Lleida Esportiu y conseguía el ansiado ascenso a Primera Federación. Una vez finalizó el encuentro, buena parte de los casi treinta mil espectadores que habían asistido al mismo desde las gradas del Rico Pérez no dudaron en dar rienda suelta a su alegría invadiendo el césped para celebrar la salida del pozo de Segunda Federación.
Los goles y el consiguiente triunfo dieron el pistoletazo de salida a una multitudinaria fiesta blanquiazul que tuvo también en la plaza de los Luceros otro escenario de celebración. En ese enclave tan alicantino se repitieron las escenas de alegría y emoción vividas horas antes en el coliseo blanquiazul, protagonizadas por los aficionados, pero también por los jugadores, cuerpo técnico, directivos y el propio máximo accionista Enrique Ortiz, quien había participado de la fiesta en los vestuarios y en el antepalco, donde se habían dado cita no pocas autoridades.
A diferencia de ocasiones anteriores, el sistema de competición en la citada categoría hizo que un éxito deportivo del Hércules del calibre de un ascenso tuviera lugar en fechas distintas de aquellas en las que la ciudad de Alicante es tomada por monumentos fogueriles, racós, barracas, pólvora y fuego. Y es que las Hogueras de San Juan acostumbran a ser el contexto en el que el equipo de fútbol de Alicante celebra sus ascensos. Así sucedió en 2010, concretamente el 19 de junio de ese año, cuando el Hércules de Esteban Vigo protagonizó un ascenso de categoría sonado por muchas razones, pero, especialmente, porque el equipo blanquiazul volvía a la máxima categoría del fútbol español, a Primera División.
Entonces, no fueron veinte mil los aficionados que se concentraron en Luceros como el pasado 5 de mayo, fueron nada menos que cien mil los herculanos que desde la mitad de la tarde del sábado 19 de junio y hasta bien entrada la madrugada del domingo 20 tomaron las calles del centro de la ciudad de Alicante: primero, a la espera de la llegada del equipo desde Irún; después, celebrando con sus jugadores un éxito deportivo del que gracias a la radio y a la televisión también había sido testigo toda España.
Como en esta ocasión, el Hércules también necesitaba ganar el último encuentro de Liga, cosa que consiguió, solo que, en la provincia de Guipúzcoa, sellando con ello su pasaporte a una categoría en la que no militaba desde la segunda mitad del siglo pasado, concretamente, desde la campaña 1996/97. Al igual que ahora y a diferencia de en 2010, ese último ascenso blanquiazul en el siglo XX tampoco se celebró en fechas cercanas a las Hogueras, pues los resultados del equipo blanquiazul le permitieron proclamarse campeón (y ascender) por adelantado.
Como uno de los emblemas de Alicante que es, la vinculación del Hércules con las Hogueras es íntima y estrecha. Muchos monumentos recogen, con el habitual tono que mezcla la crítica y humor, escenas de la actualidad blanquiazul. Además, algunas de las barracas con más tradición como puede ser la de Los Gorilas dedican año tras año su portada al club que incluso, coincidiendo con los ascensos de su primer equipo, ha dado la vuelta de honor a la plaza de los Luceros en los minutos previos al disparo de una mascletà.
Así sucedió en el ascenso a Segunda División de junio de 1993, con Quique Hernández en el banquillo y coincidiendo con unas fiestas de San Juan que tienen también en su Feria Taurina un punto de atención. Precisamente con motivo de ese salto de categoría, el primer equipo blanquiazul se hizo un hueco en el cartel de José Mari Manzanares, César Rincón y Enrique Ponce, los matadores que realizaron el paseíllo sobre la arena del coso de la plaza de España después de que los integrantes de la plantilla del Hércules hubiesen salido al ruedo.