ALICANTE (EFE). El Hércules, cuyo único objetivo de la temporada es el ascenso, ha cumplido las expectativas tras superar el primer tercio de la competición, al que ha llegado en segunda plaza, aunque con los mismos puntos que el líder, tras enlazar dos empates seguidos.
El equipo alicantino, al que solo le separan dos goles de la cima de la clasificación, ha rendido a un nivel notable, sobre todo en el estadio Rico Pérez, donde ha logrado la mayoría de sus puntos, si bien en la pasada jornada, ante el Alzira, cedió su primer empate del curso (1-1).
Además de estar en la pelea por el liderato, posición que ha ocupado en solitario en dos jornadas, el equipo ha logrado firmar su mejor arranque de siempre como local al sumar cinco triunfos sin recibir un gol y, sobre todo, reconquistar la confianza de su afición, ya que el club cuenta este curso con 8.000 abonados.
El Hércules actual transita por la jornada 12 con 26 puntos, el doble de los que tenía el pasado curso, cuando estaba en zona de descenso, y siete más que hace dos temporadas, la primera del club en la entonces recién creada Segunda Federación.
El proyecto que dirige Rubén Torrecilla arrancó con una plantilla prácticamente nueva tras realizar 14 fichajes, formada por una mezcla de jugadores jóvenes con hambre de gloria y futbolistas veteranos comprometidos y conocedores de la categoría.
El Hércules apenas necesitó un par de amistosos para asimilar los conceptos de Torrecilla e ilusionar a su hinchada con un juego intenso, físico y ofensivo.
El buen arranque del curso, con tres victorias consecutivas, permitió al conjunto alicantino sacudirse los complejos de temporadas pasadas, incluidos los partidos disputados en campos sintéticos de Baleares.
La secuencia repetida en dos ocasiones de tres victorias y una derrota, ambas en Barcelona y en césped artificial, permitió al Hércules instalarse en la cabeza de la tabla mano a mano con el Lleida.
Uno de los puntos a mejorar del equipo herculano es su incapacidad, hasta la fecha, para defender el liderato, ya que apenas pudo retenerlo una semana.
Los dos empates consecutivos ante Terrassa y Alzira han frenado el ritmo frenético que había marcado el equipo alicantino durante gran parte del primer tercio de la Liga, aunque las sensaciones siguen siendo positivas.
Sin embargo, su buena trayectoria no le ha valido ni para consolidarse en la primera plaza ni para cortar a sus seguidores, ya que Europa y Badalona están a sólo dos puntos.
La gran prueba de fuego para el Hércules llegará en el tramo final de la primera vuelta, cuando se enfrentará de forma consecutiva a Badalona y Lleida, tercer y primer clasificado, actualmente.