ALICANTE. El Elche se libra de depositar los ya famosos 700.000 euros en la Liga de Fútbol Profesional (LFP) al vender a Gonzalo Villar por una suma mayor.
Ya no es necesario que consigne dicha cantidad ante la LFP para poder hacer uso de los 90.000 euros de margen que dejó la salida de Danilo Ortiz en el límite salarial de 5.084.000 euros pues aquella obligación era alternativa de la de vender futbolistas por un mínimo de 700.000 euros en este mercado de invierno, cosa que ha hecho el club franjiverde con el traspaso del mediocentro murciano a la Roma.
El montante de esa operación para el Elche asciende a 1.000.000 euros cuando en verano presupuestó 700.000 por ese concepto. Lo hizo para poder disponer de más límite salarial, ya que las normas de control económico confieren esa posibilidad (la media de lo ingresado en los dos ejercicios anteriores por la entidad era de 700.000 euros). Ahora lo ve también ampliarse gracias a esas normas de control y a que la diferencia entre lo presupuestado (700.000 euros) y lo ingresado (1.000.000) arroja un superávit de 300.000 euros: a falta de la formalización del traspaso y, por tanto, del ingreso del millón de euros en la LFP (que transferirá una mitad a las arcas franjiverdes y la otra a la Agencia Tributaria de acuerdo con lo pactado con ella por el club), el Elche pasa de tener un coste de plantilla deportiva inscribible de 5.084.000 euros a uno de 5.384.000.
A lo largo de este martes está previsto que se haga oficial el traspaso, lo que a su vez desencadenará, como poco, el alta en la LFP de Dani Escriche ya que el Elche podrá reforzarse con al menos otro futbolista (la comisión deportiva que encabeza Nico Rodríguez trabaja a toda máquina para hacer posible lo anterior).
Por cierto, Gonzalo Villar estampará su firma en un contrato por cuatro temporadas y con una retribución que irá aumentado progresivamente desde los 1,3 millones de euros brutos del primer año a los 1,8 millones del cuarto, además de incentivos.
