ALICANTE. El Elche durmió este lunes como sexto clasificado, la posición en la que aspiraba a cerrar la jornada 42 pues es la que le da el derecho deportivo a jugar el 'play-off' de ascenso a Primera División, su objetivo en el tramo final del curso.
Sin embargo, pese a hacer los deberes, lograr la necesaria victoria sobre el Real Oviedo (sufrida pero victoria), su situación clasificatoria es provisional porque el partido que iba a enfrentar a la misma hora el Fuenlabrada (su rival directo por la sexta plaza) con el Deportivo se suspendió por un brote de Covid-19 en el vestuario del conjunto azulón.
La avalancha de positivos que se detectó la mañana del lunes en el Fuenlabrada condujo a una serie de reuniones a lo largo de la tarde entre la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), en el seno de la comisión de seguimiento del convenio de coordinación LFP-RFEF: la patronal abogaba por el aplazamiento de toda la jornada, mientras que la Federación era partidaria de que solo se suspendiera la disputa del partido del Dépor y el Fuenlabrada. El Consejo Superior de Deportes se unió al debate que finalizó con un comunicado en el que los tres entes decían haber resuelto "de mutuo acuerdo" el aplazamiento del encuentro a disputar en el Municipal de Riazor "por causas sanitarias de fuerza mayor" y "la disputa del resto de partidos al entender que esta es la solución que mejor protege la salud de los futbolistas y la integridad global de la competición".
Aunque el citado comunicado hablaba de acuerdo conjunto, la realidad es que se impuso la postura de la RFEF que cuenta en su Reglamento General, concretamente en la disposición adicional segunda, con un as: ante eventualidades deportivas en el transcurso de la competición, si hay discrepancias en el seno de la citada comisión a la hora de tomar una decisión, la última palabra la tiene el presidente de la Federación. De hecho, la directora general del Elche y vicepresidenta segunda de la LFP, Patricia Rodríguez, reconocía tras el partido de su equipo, a preguntas de Alicante Plaza, que la patronal quería que se suspendiese toda la jornada, al tiempo que se remitía al comunicado emitido por el club respecto a que lo anterior no se hubiese producido finalmente.
El Elche no fue ni mucho menos el único en pronunciarse: el Rayo Vallecano, el Deportivo de La Coruña y el Numancia se apresuraron a denunciar, entre otras cosas, "una adulteración de la competición" al no haberse celebrado una jornada unificada como tal y anunciaban el ejercicio de acciones legales para tumbar la decisión adoptada, algo que el club franjiverde estudia. Ahora mismo son dos los aspectos sobre los que se pone el foco: si los contagios se debieron a una negligencia imputable al Fuenlabrada y si este incurrió en incomparecencia al no presentarse en Riazor (una infracción que el resto de los equipos evitaron cometer al jugar, aunque la Asociación de Futbolistas Españoles invitó a sus asociados a plantarse).
Los damnificados defienden que si no se estima que hubo incomparecencia del Fuenlabrada, subsidiariamente, se debe ordenar la repetición de la jornada, por ejemplo el 30 de julio, la fecha elegida para que jueguen finalmente los madrileños y el Deportivo. Precisamente los jugadores de este seguirán este martes ejercitándose con normalidad, al igual que los equipos clasificados para el 'play-off' de ascenso, pero los que ya lo han hecho todo, jugaron la noche del lunes el que entienden que fue su último partido oficial del convulso curso 2019/20, se van de vacaciones.
