ORIHUELA. La Generalitat ha anunciado que rehabilitará el palacio Marqués de Rafal de Orihuela, que Ximo Puig convirtió en sede del Consell. Lo hace el mismo día que el pleno debatía una moción del PSOE que pedía reabrir el edificio, cerrado desde el pasado mes de junio, coincidiendo con el cambio de gobierno del Consell. La Generalitat pretende subsanar las múltiples deficiencias detectadas en el edificio y adecuarlo a la normativa vigente en materia de seguridad y prevención de riesgos, tras encontrarlo “en un pésimo estado, sin accesibilidad y sin licencia de uso para oficinas”. Precisamente ese era el argumento que daba el edil de Urbanismo, Matías Ruiz, para no apoyar la moción de los socialistas. El edil ha señalado que el edificio "está en estado de ruina" y que fue una "insensatez" por parte del anterior gobierno abrirlo para visitas y oficinas.
El proyecto, según ha anunciado la Generalitat, también incluirá las reformas necesarias en el interior del inmueble para acondicionarlo a futuros usos administrativos y de oficinas, y a la normativa urbanística municipal vigente, según ha informado este jueves el Gobierno valenciano en un comunicado, en el que también ha anunciado que elaborará de forma inmediata un informe sobre su estado de conservación.
Un estudio realizado tras las primeras inspecciones revela que el inmueble ha tenido constantes fugas de agua, con afección en el sistema de alarma, y no reúne las mínimas condiciones de seguridad para estar abierto al público. Además, constata, las instalaciones de electricidad, protección contra incendios y climatización son inexistentes u obsoletas.
Igualmente, detalla, el equipamiento de alumbrado, ventilación y telecomunicaciones es deficiente. El informe establece que el extenso listado de irregularidades apreciadas desaconseja que el palacio pueda tener un uso administrativo, con actividad de despachos y oficinas, sin las correspondientes reformas en profundidad.
Las instalaciones actuales son acordes al uso original del edificio, como antigua vivienda. De hecho, la mayor parte del inmueble se halla en su estado original del siglo XVIII, reformado a comienzos del XX. El palacio Marqués de Rafal fue adquirido en junio de 2022 por 2.350.000 euros por el anterior Consell de la Generalitat. Allí se estableció la sede de Presidencia y las oficinas del llamado Plan Vega Renhace.
La delegada del Consell en Alicante, Agustina Esteve, ha considerado que fue una “absoluta irresponsabilidad” que el Botànic abriera el edificio en esas condiciones y sin los permisos y autorizaciones necesarios. "¿Cómo es posible que (el anterior president) Ximo Puig instalara allí la sede de Presidencia y unas oficinas en la primera planta sin ascensor, sin las correspondientes licencias y sini estar garantizada la seguridad de los trabajadores?”, se ha preguntado Esteve, quien ha alertado también de que se trataba de un edificio público que no estaba adaptado.
También ha hecho hincapié, además, en el hecho “gravísimo” de que el edificio se abriera al público, con visitas de familias, con el consiguiente riesgo para su seguridad.
El 18 de julio de 2023, el director del Plan cerró el inmueble, dejándolo sin servicio de seguridad y limpieza, y entregó las llaves del palacio en la Delegación del Consell en Alicante, según la nota de la Generalitat.
