ALICANTE. La Segunda B está más cerca de volver, aunque con matices. Esa es la conclusión que cabe extraer de la reunión celebrada la mañana del viernes entre representantes del Gobierno Central y de las Comunidades Autónomas para abordar el regreso a las competiciones deportivas no profesionales de ámbito estatal.
En la misma participaban, entre otros, el ministro de Cultura y Deporte José Manuel Rodríguez Uribes, el director general de Deporte Joaquín de Arístegui, la presidenta del Consejo Superior de Deportes Irene Lozano o el presidente del Comité Olímpico EspañolAlejandro Blanco, en representación del Estado; y el conseller de Cultura Vicent Marzà, la secretaria autonómica Cultura y Deportes Raquel Tamarit y el director general del Deportes Josep Miquel Moya, en representación de la Generalitat Valenciana.
Tras la reunión, Rodríguez Uribes aseguraba que se había puesto de manifiesto que "hay una voluntad política decidida de que el deporte vuelva, por razones de salud pública y de bienestar social" y que lo haga en un contexto "de solidaridad y coordinación", marcado por la "cooperación institucional", algo que consideraba clave al enfrentarse la sociedad a "unos meses donde hay una dimensión de incertidumbre grande", especialmente mientras se carezca de una vacuna: "Hasta que la tengamos, las decisiones unilaterales no son aconsejables. Por eso el liderazgo debe ser coral y colectivo, para que tomemos las decisiones de manera compartida en los distintos ámbitos", decía el ministro que incidía en que ha trasladado a las Comunidades Autónomas la necesidad de asegurar "la igualdad de oportunidades y equidad en las reglas del juego" en todas las competiciones pero en especial en las que son de ámbito estatal.
Por parte del Consell, era el director general de Deportes el encargado de valorar el cónclave (llevado a cabo de manera telemática). Josep Miquel Moya calificaba como "positivo" la voluntad "de consenso" que protagonizaba el ejecutivo central, que "por fin las Comunidades Autónomas formasen parte de un grupo de trabajo", por ejemplo. Ahora bien, el cargo del Consell ponía el acento sobre un problema del que muchos clubes están advirtiendo y que no es otro que el económico: "Entendemos que los costes económicos derivados de la implementación de los protocolos han de ser asumidos, al menos parcialmente, por las Federaciones nacionales", decía Moya que alertaba que muchos de los clubes no podrán correr con los mismos y desvelaba que se ha elevado al respecto una consulta a las diferentes Federaciones valencianas.
El ansiado protocolo, la semana que viene
La reunión sirvió también para que el Gobierno central informara de que la próxima semana se espera tener listo el ya famoso protocolo armonizado de actuación para la vuelta de competiciones oficiales de ámbito estatal no profesional, un documento del que ya hay un borrador y en cuya redacción participan las Autonomías a través de un plataforma de coordinación recién creada.
La existencia de ese protocolo, unido a la regulación vigente en cada Comunidad Autónoma y, obviamente, que la evolución de la pandemia de Covid-19 no sea tan negativa como en marzo o abril, debería llevar en unos días a la Real Federación Española de Fútbol, por ejemplo, a ponerle fecha de inicio al curso 2020/21 en Segunda B.
