EL CAMPELLO. La Concejalía de Medioambiente, dirigida por el primer teniente de alcalde, Julio Oca (Cs), ha iniciado los trabajos de desbroce y limpieza del Barranco de la Solana, una actuación inédita en El Campello, demandada durante años por la ciudadanía, con la que se pretende localizar posibles vertidos incontrolados de aguas residuales, minimizar la proliferación de mosquitos y poner en valor el patrimonio natural.
“El inicio de los trabajos por fin se materializa, tras un complejo proceso burocrático y de conciliación de medidas entre las diferentes administraciones públicas implicadas, para dar salida a una situación insostenible”, manifiesta Julio Oca, que, de hecho, anuncia que finalmente, del 100% de la superficie total del barranco que la concejalía había proyectado desbrozar, se ejecutará el 75 %”.
Y es que el informe emitido por la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural Emergencia Climática y Transición Ecológica manifiesta que “la eliminación mediante roza del carrizo (trabajo que elimina la parte aérea de la vegetación, quedando la raíz de la planta) únicamente se realizará de forma puntual y justificada, en el ámbito de las infraestructuras existentes (carretera), con el objetivo de evitar taponamiento de las aguas de avenida, pero nunca mediante roza generalizada que afecte a toda la masa forestal”.
De esta manera, la Conselleria considera “la necesidad de localizar los posibles vertidos”, una solicitud “genérica” que no justifica “la eliminación de la mancha de carrizo existente en su totalidad”, indica el documento que, además, informa favorablemente respecto a la eliminación y retirada de especies vegetales invasoras, la limpieza y retirada de residuos y el mantenimiento de la vegetación natural como los lentiscos, olivos y palmitos.
Los trabajos dieron comienzo el pasado miércoles 2 de febrero, tras la supervisión técnica de la concejalía de Medioambiente y un agente medioambiental de la Conselleria, con fecha prevista de finalización a últimos de esta semana, si bien la dificultad y precisión que entrañan la realización de los trabajos, de carácter prácticamente manual en aras de la protección del entorno, podría extenderlos hasta principios de la siguiente.
Finalmente, la ejecución de las tareas quedará constreñida al desbroce eminentemente manual y mecánico de la caña, que provoca que queden remansos de agua que favorecen la proliferación de mosquitos; conservación y mantenimiento de la flora de especial valor ecológico observadas en la zona de actuación; eliminación y retirada de especies vegetales exóticas invasoras y retirada de restos vegetales y entrega a vertedero autorizado.