ORIHUELA. Con el contexto de homenajear a los damnificados por las riadas del pasado septiembre, el resumen de un día inédito en Orihuela en la "co-celebración" de los actos conmemorativos del 9 d'Octubre deja un poso de desconcierto: demasiada normalidad y cordialidad entre políticos de diferentes siglas. No solo porque la ocasión es excepcional y la ciudad oriolana, capital de la comarca de la Vega Baja, al sur de la provincia y muy lejos de València, se ha convertido en protagonista este año en los actos del Día de la Comunitat Valenciana. También porque, a un mes de unas nuevas convocatorias de elecciones generales el 10N, donde los diputados vuelven a jugarse sus posiciones, todos parecen aparentar llevarse muy bien a pesar de ser de signos diferentes, sobre todo entre PP y PSOE y no tanto con Compromís y Ciudadanos. El ambiente desconcierta pero la explicación debe ser racional.
De hecho, este halo de concordia entre PP y PSOE flotó sobre el auditorio de la Lonja de Orihuela en varios momentos. Uno de los más llamativos estuvo protagonizado por la oriolana Antonia Moreno, en el área de Presidencia como nueva directora territorial en Alicante desde principios de septiembre, y exedil socialista entre 2011 y 2015, incluida la época en la que se destapó una nueva fase de investigaciones en el Caso Brugal.
Moreno presentó el acto, coorganizado por la Diputación de Alicante y el Consell. Así, en sus dos primeras frases realizó un llamamiento a la unidad, palabra que repitió de manera recurrente. Tanto es así que, además lanzó un mensaje hacia Emilio Bascuñana, alcalde del PP, a quien definió como "compañero y amigo que ha estado al pie del cañón". La buena relación entre Moreno y Bascuñana es conocida y se ha elegido como elemento conector entre las "nuevas relaciones" que escenifican Consell y Diputación de Alicante en los últimos meses. Moreno fue, además diputada entre 2007 y 2011 y ahora coordina la actividad del Consell en el ámbito provincial.
Asimismo, las conversaciones previas al acto, en la entrada de la Lonja oriolana, dejó ver muchos corrillos entre el presidente de la Diputación, Carlos Mazón y las conselleras socialistas presentes en el acto, Gabriela Bravo, Ana Barceló y Carolina Pascual. La consellera Mireia Mollà, de Compromís, también acudió pero con la hora justa para el comienzo del evento, aunque más que debatir con compañeros políticos, al acabar el acto se enfrascó en alguna conversación con regantes de la comarca.
Por su parte, en su discurso de "igualdad y unidad" que marcó el hilo conductor del Consell en este acto, Puig insistió en la idea de descentralizar el territorio y en marcar el carácter diverso de cada una de sus comarcas, desde el norte de Castellón hasta el sur de Alicante. Desde el gobierno de la Generalitat han aprovechado el momento vivido a raíz de la gota fría que asoló, sobre todo, la Vega Baja, para ahondar en un discurso de concordia y de unión entre administraciones y territorio. Una manera de suavizar y destensar relaciones entre la provincia y el gobierno autonómico que solo hace unos meses era territorio de conflicto, cuando César Sánchez estaba al frente de la Diputación. La suavidad en el trato parece ser del agrado tanto del nuevo equipo de la institución provincial como de la mayoría del equipo que encabeza el gobierno en el Palau de la Generalitat. Sánchez, de hecho, estuvo presente en el acto ayer, y departió con Bascuñana y otros miembros del Ayuntamiento oriolano, también con Isabel Bonig aunque poco se acercó a Carlos Mazón.
El presidente de la Diputación fue algo menos suave en sus palabras hacia el Consell durante el discurso institucional. De hecho, fue él el que hizo alguna mención al valenciano mencionando que la Vega Baja es una comarca que "habla castellano sin complejos". Tomó el papel que suele protagonizar Emilio Bascuñana en este sentido que, sorprendentemente, ayer no hizo mención al asunto. Un nuevo gesto entre administraciones. No obstante, a parte de la vehemencia con la que demandó más inversiones en la provincia de Alicante, las críticas al Consell no fueron feroces. Los abrazos entre Puig, Mazón y Bascuñana tras concluir sendos discursos también fueron reveladores.
Por parte de Compromís, además de la consellera Mollà, también estuvieron presentes en el acto Aitana Mas y el diputado provincial Gerard Fullana. Desde Ciudadanos, asistieron sus dos diputados en el Congreso, Juan Ignacio López Bas y Marta Martín, además de Toni Cantó, su portavoz en Les Corts. Ninguna de estas formaciones estuvieron tan unidas a los grupos de PP y PSOE como los partidos hegemónicos. Concluido el acto, ya fue más evidente que cada partido político se alineaba con los suyos, o al menos los más afines de sus filas tras el ambiente de paz del evento para conmemorar el Día de la Comunitat Valenciana. Cabe ver ahora cómo, cuándo y con qué brusquedad se empiezan a tornar las relaciones entre rivales políticos de aquí al 10N.