ALICANTE. Eiffage se perfila como previsible concesionaria de la explotación comercial de la terminal de graneles del Puerto de Alicante, a cambio de asumir el coste de su construcción. Fuentes consultadas por Alicante Plaza confirmaron que la propuesta presentada por la multinacional de origen francés es la única que opta al desarrollo de la infraestructura una vez vencido el plazo del concurso, sin que se hubiese recibido ninguna otra oferta remitida por correo o a través de los registros oficiales de otras administraciones. Además, su propuesta ya ha superado el examen técnico del órgano de contratación del Puerto, después de que, este miércoles, se produjese la apertura del sobre con la documentación de su oferta.
En esa labor de supervisión, que se prolongó durante toda la jornada del miércoles por la complejidad de la documentación a revisar, se pudo confirmar que la alternativa presentada por Eiffage cumple con los requisitos establecidos en el pliego de condiciones del concurso, de modo que el informe de ese órgano de contratación es favorable a la adjudicación. Así, salvo cambio de criterio de última hora, el acuerdo propiamente dicho podría adoptarse en la reunión del consejo de administración de la Autoridad Portuaria que se celebra este viernes.
Hasta el momento no ha trascendido ningún detalle concreto sobre el contenido del proyecto por lo que respecta a las cuestiones que el propio concurso dejaba abiertas. Entre ellas, figura la propia disposición física del edificio (las naves cerradas) en las que se deberá desarrollar la operativa de carga y descarga de materiales a la finalización de las obras. En principio, el pliego de condiciones no fijaba ningún límite de altura para esas naves, aunque sí establecía que debían tener una disposición horizontal. En esta línea, tampoco ha trascendido ni el volumen de toneladas concreto que Eiffage podría llegar a procesar en esa nueva terminal, ni el canon ofrecido a cambio del desarrollo de la operativa.
Como ha publicado este diario, los plazos para la puesta en marcha de la nueva terminal, prevista en el muelle 17, sí están tasados en el propio pliego de condiciones. En él se establecía que, una vez seleccionado el adjudicatario, debía depositar un aval por el 5% de la inversión prevista y que tendría cuatro meses para presentar proyecto de construcción definitivo. Una vez obtenido el visto bueno de la Autoridad Portuaria a ese documento, la ejecución y puesta en marcha de la terminal deberá producirse 12 meses después. Así, como muy pronto, la construcción de la terminal propiamente dicha podría iniciarse a mediados de 2019, de modo que no estará operativa hasta la segunda mitad de 2020.
Para su puesta en marcha, la futura concesionaria deberá disponer de todas las autorizaciones administrativas y ambientales requeridas para poder desarrollar la actividad, según se establece igualmente en el propio pliego de condiciones. El plazo previsto para la explotación comercial de esas futuras instalaciones es de 30 años.