ALICANTE. Los milagros a Lourdes (o mejor dicho, a Luxemburgo).
El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, volvía a versar este lunes sobre las supuestas bondades de la última oferta presentada por el Hércules a la Agencia Tributaria y emplazaba nuevamente a esta a que ceda para con el club, pero también, y ahí reside la novedad, a Enrique Ortiz y su socio en el Hércules, Juan Carlos Ramírez, a pagar o avalar este martes como tarde los 4,4 millones que se adeudan al fisco.
Echávarri, hacia el que Ramírez se ha deshecho en elogios en los últimos meses, lo dejaba claro, clarinete: "Si Hacienda no quiere negociar, el Hércules tendrá que avalar, y pido a los responsables que avalen porque, si no, el club desaparece y estamos aquí por su culpa".
A bordo del barco quedan, además del alcalde pidiendo eso sí que se acerque la nave al muelle, los consejeros porque no tienen otro remedio (y a los que Ortiz también va a arruinar su vida) y un Juan Carlos Ramírez que veremos si no desembarca antes de llegar a Panoramis, en vista de que sus presiones solo sirven para soliviantar aún más al personal.