Doce años desde la última gran alegría del Hércules

(EFE).- Este domingo, 19 de junio, se cumplen doce años desde que el Hércules logró el ascenso a Primera División y protagonizó la última gran alegría para sus aficionados, que desde entonces solo han sufrido decepciones.

Aquel día, el equipo alicantino, entrenado por Esteban Vigo, venció en Irún al Real Unión (0-2) en la última jornada del campeonato de Liga, asegurando una plaza de ascenso y condenando al conjunto guipuzcoano al descenso de categoría.

Los goles de Portillo e Iñaki Descarga, en propia meta, llevaron al equipo herculano y, sobre todo a sus aficionados, a la victoria y al éxtasis a las puertas además de las Hogueras de San Juan, las grandes fiestas de la ciudad.

El Hércules arrancaba esa temporada como uno de los grandes candidatos al ascenso, junto a Betis, Levante y Real Sociedad, ya que el curso anterior se quedó a las puertas de Primera pese a haber sumado 78 puntos, cifra que no fue suficiente para desbancar a Zaragoza, Tenerife y Xerez de los tres primeros puestos.

El equipo alicantino había completado una primera vuelta extraordinaria, en la que llegó a ser líder destacado, pero se desplomó en mitad de la segunda, poniendo en serio peligro el ascenso, aunque una reacción final y varios errores de los rivales, sobre todo del Betis, le permitió depender de sí mismo en la última fecha.

El ascenso a Primera División, mancillado posteriormente por algunas escuchas telefónicas y acusaciones de presuntos amaños, marcó el punto álgido de la gestión al frente del club del empresario Enrique Ortiz, que tras once años cumplía el sueño de llevar al equipo a la élite.

Sin embargo, tras un verano ilusionante de fichajes, en el que España además se coronó campeón del Mundo, el Hércules comenzó a los pocos meses su cuesta abajo imparable.

Jugadores como Rufete, Trezeguet, Drenthe o Valdez, entre otros, no pudieron evitar el descenso de un equipo que se quebró en la segunda vuelta como consecuencia de los impagos del máximo accionista y de cuestiones extradeportivas.

La caída del equipo alicantino fue fulminante y dejó secuelas económicas, deportivas y sociales, ya que el equipo pasó en doce años de Primera a la cuarta categoría del fútbol español.

En este periodo, el Hércules ha sufrido tres descensos, uno a Segunda, otro a Segunda B y un último a Primera RFEF tras la reestructuración de la categoría, y ha perdido cuatro promociones de ascenso.

Por en medio se quedan una permanencia milagrosa en Segunda, una pandemia que frenó un posible descenso a Tercera, y temporadas mediocres e intrascendentes en Segunda B en las que siempre estuvo lejos de su objetivo.

Tras este periodo de tiempo de oscuridad, que ya es el mayor en la historia del club sin pisar la Primera División, la mayor parte de la afición herculana se centra en la actualidad en forzar un cambio en la gestión de la entidad para acabar con la pesadilla e iniciar una nueva era