ALICANTE. Esta vez sin su amigo Angelici (el presidente de Boca ya puso fin a sus vacaciones en Ibiza), pero igual de atento al juego del equipo que aspira a que también sea suyo.
Christian Bragarnik asistía también este jueves al encuentro del Elche, esta vez frente al Tenerife. Lo hacía nuevamente desde el palco privado número uno del estadio Manuel Martínez Valero, propiedad de un José Sepulcre con el que estuvo almorzando y compartiendo las horas previas al choque en la playa de Urbanova.
No obstante los rumores que corren por la ciudad sobre que ya tienen un acuerdo y, días atrás primero y la semana entrante después, se habían citado incluso para rubricarlo, estos niegan la mayor y sostienen que continúan negociando cómo se repartirían las cargas económicas que conlleva la parcela deportiva del club. Respecto a la forma y precio, tanto el expresidente y propietario del club franjiverde por medio de Tenama Inversiones como el empresario argentino siguen apostando por guardar silencio.
Por cierto, Sepulcre siguió el choque de este jueves desde una última fila del palco de autoridades del coliseo franjiverde junto a, entre otros, el director deportivo, Nico Rodríguez y el resto de integrantes de la comisión deportiva.
