Una deuda de dos millones de euros acaba con medio edificio de Benidorm a subasta

BENIDORM. Medio edificio de Benidorm a subasta. La Torre 1 del complejo San Francisco busca nuevos propietarios. El Juzgado de Primera Instancia número 4 de Benidorm ha tramitado la petición de la financiera, que ha solicitado la ejecución hipotecaria que pesa sobre la empresa dueña de estos pisos: Tonisa Inmuebles y Benidorm Europa. Así figura en el escrito judicial al que ha tenido acceso este diario, que pone en venta estos apartamentos que han estado desde su construcción operando en gran parte como alquiler vacacional.

La deuda que arrastra la mercantil con Financiera Publicredit es de 1.847.357,40 euros, de los cuales, 1.759.388 euros corresponden a capital vencido y no vencido, así como por intereses remuneratorios y de demora. A lo que hay que añadir el restante, otros 87.969,40 euros que se fijan provisionalmente en concepto de intereses y las costas de su posterior liquidación. Un montante que pretenden ahora recuperar con el resultado de las pujas.

El complejo se construyó en 1990, en atención a los datos del catastro. Se ubica en la calle Esperanto, número 23. Está formado por dos torres, siendo la número uno la afectada, cuya fachada se ve desde la avenida Europa. Según ha podido conocer este diario, la constructora, originaria de Callosa d'en Sarrià, vendió la empresa, Benidorm Europa a Tonisa Inmuebles hace unos cuatro años. Esta última está ubicada en Getafe y entre el conglomerado de sociedades relacionadas con el administrador único está el transporte de mercancías, la venta de combustibles o el mercado inmobiliario.

De este modo, alrededor de la mitad de las viviendas y garajes de la torre pasaron a manos de la nueva mercantil. Cuando asumió la propiedad de las mismas, inició una reforma de los pisos que se desconoce si llegaron a terminar al completo. Lo que sí que es palpable a simple vista es que algunas de ellas quedaron inacabadas. De los 55 lotes que salen a subasta, 30 corresponden a plazas de garaje en el mismo complejo, otros 24 son apartamentos, y el que queda es un local comercial en los bajos del edificio. 

En cuanto a las características de los pisos, se trata de viviendas de unos 67 metros cuadrados, en su mayoría de una habitación y con terraza, además de una piscina comunitaria y zonas de esparcimiento compartidas con el resto de vecinos que también viven allí todo el año. Hasta la adquisición por parte de la empresa, este lote estaba incluida en el registro turístico, aunque algunas de ellas podrían haber sido alquiladas por larga temporada según fuentes del vecindario.

En el cómputo global, las 55 propiedades están valoradas en 3,8 millones de euros. Así, para las plazas de parking estiman en torno a los 16.000 euros, mientras que para las viviendas es de unos 120.000 euros, según su tipología, y el local comercial de 288.000 euros.