ALICANTE. "Durísimo revés para la playa Les Marines en Dénia". Así califica la plataforma 'Protejamos la Playa' la noticia de que el Ayuntamiento de la localidad haya concedido finalmente licencia para el residencial 'Las Olas', proyectado en primera línea de la citada playa. Un proyecto polémico desde su concepción no solo por la oposición de la citada plataforma vecinal, sino porque la playa donde se ha proyectado es una de las que se ve más afectadas por los temporales (en el último prácticamente desapareció).
El residencial ya tenía el visto bueno de Costas, concedido en junio. Ahora ya tiene la del Ayuntamiento, a pesar de la peculiar situación que atraviesa el municipio, y que ha llevado al Consistorio a suspender la concesión de licencias en determinadas zonas. Después de la anulación del Régimen Urbanístico Transitorio (RUT) por el Tribunal Supremo al inicio de julio y la siguiente anulación del Plan General por el Consell (a petición del Ayuntamiento), el municipio carece hoy en día de un ordenamiento urbanístico en vigor. Un limbo legal que ha frenado desde julio la tramitación de licencias de obras en Denia.
"Hay que preguntarse por qué se ha concedido el permiso para una construcción tan conflictiva en un tiempo sin seguridad legal y mientras muchos otros proyectos están paralizados. Además para un proyecto en una playa muy erosionada que según el Ministerio de Medio Ambiente está en un estado de grave deterioro y merece más protección para evitar una mayor regresión del litoral", señala en un comunicado la plataforma. Esta licencia de obras fue firmada por la Concejala de Territorio y Calidad Urbana, María Josep Ripoll, ya el 28 de julio, en pleno aluvión de criticas por parte de los promotores por la paralización de la actividad urbanística en el municipio.
"La licencia fue concedida en total ausencia de comunicación al publico ni al movimiento vecinal que legalmente tiene en el expediente la condición de parte interesada", señala el comunicado. "Hay que hablar de una actitud de notable opacidad visto que ocho semanas después de la firma, aún no se encuentra (como debería ser) ni la licencia de obras ni el anterior informe favorable del arquitecto municipal del 20 de julio en el correspondiente expediente administrativo en el Ayuntamiento. Con el resultado que los vecinos se han enterado con mucho retraso y a través de otra administración. Lo que no es precisamente un ejemplo de transparencia".
La promotora Sun Valle 2000 SL pretende levantar un bloque de cinco plantas de casi 20 metros de altura y con 19 apartamentos de lujo a pie del mar, en uno de los de los tramos de playa más perjudicados por la erosión y la construcción en todo el litoral de Dénia. El proyecto está previsto en una zona de la playa Les Marines popularmente conocida como Blay Beach. Esta es una parte del litoral norte de Dénia que (junto con la playa dianense Les Deveses) más sufre las consecuencias de los temporales del mar. Los temporales acaban devorando en estos tramos la arena de la playa que cada año se aporta artificialmente, una regeneración en vano pagada por los contribuyentes. La furia del mar alcanza incluso las propiedades privadas (también los terrenos del proyecto) y los caminos públicos causando daños.
"El gobierno municipal ha perdido una gran oportunidad para proteger está playa que esta en peligro de desaparecer totalmente”, dice la plataforma Protejamos la Playa, en la que se han organizado los vecinos. "De qué sirven todas las palabras bonitas de una política urbanística sostenible y responsable, si se permite seguir destruyendo el litoral de Dénia con proyectos sobredimensionados como el de Las Olas? Para que sirve todo el lamento después de cada temporal sobre los daños en playas y propiedades si se sigue construyendo en zonas inundables, donde no se debería construir mas? Esto es un sinsentido. Parece que ningún responsable quiere aprender de los errores del pasado".
La plataforma recuerda que el proyecto está rodeado de dudas legales. Una primera licencia de obras del año 2014, concedida por el anterior gobierno del PP, está recurrida en los juzgados, porque el edificio invadía la zona de protección de la costa. Pero también durante la tramitación de la nueva licencia (para un proyecto ligeramente reducido, que ahora llega justo al límite de la zona de protección) salieron varias deficiencias legales. Por ejemplo el tamaño del terreno, que está en disputa y que es el que determinará el tamaño de la edificación.
Según consta en la resolución de la Concejala de Urbanismo del 28 de julio sobre la licencia de obras seguían existiendo más deficiencias a la hora de conceder el permiso. Entre ellas la falta de la agrupación registral de las dos parcelas del proyecto. Un detalle importante, porque solo con la agrupación legal la promotora puede sumar las superficies de los terrenos y llegar a los valores de edificabilidad necesarios para construir un bloque de viviendas.
"Si al final se construye esta pantalla de hormigón junto a la orilla, nadie podrá alegar, cuando comiencen los problemas, que no sabía nada. Los beneficios serán para unos pocos, pero los daños los pagaremos todos", denuncia la plataforma.