TERUEL. Visiblemente molesto andaba Ángel Rodríguez por la sala de prensa del Municipal Pinilla tras la derrota de los suyos a manos del Teruel.
Eso sí, el preparador leonés del Hércules, a la hora de analizar el choque, de entrada se apuntaba a la corriente filosófica del reduccionismo: "El partido estaba muerto y muerto tenía que haber acabado", decía para, a continuación, añadir que "solo una concesión ha permitido que hicieran el gol [...] un error importante nos ha penalizado en exceso", en referencia a la acción del tanto rival.
"Si no concedes, no pierdes con lo que ha sucedido [...] ha sido un partido en el que no ha pasado prácticamente nada, igualado en líneas generales y en el que ellos han aprovechado nuestro error", insistía el técnico blanquiazul... pero luego terminaba reconociendo que no había sido solo una jugada mal defendida (que lo fue), que hubo bastante más (además de 'culpa' del Teruel, cuyo mérito le costó un tanto reconocer: "En el mes de marzo te diré si es un rival directo, es un equipo que compite bien y aprovecha sus ocasiones. Les felicito por el inicio que han tenido"). Por ejemplo, al confesar que de haber finalizado el choque con victoria de los suyos (sucediendo lo mismo, se entiende) se hubiese ido "contento", pero su opinión hubiese variado tras analizarlo detenidamente.
"Posiblemente haya faltado ambición, estamos ajustando en lo físico con algunos jugadores", ampliaba el leonés dentro de un giro en su discurso que le acercaba bastante más a la realidad, toda vez que los suyos habían parecido retomar el choque tras el descanso 'contentos' con el empate que reinaba en el marcador y, otra vez, acusaron sobremanera el momento en el que a 'Michel' Herrero le fallaron las fuerzas.
"Debemos mejorar mucho, estamos empezando", decía también Ángel Rodríguez, quien en línea con su comparecencia previa al duelo pedía al entorno "no lanzar las campanas al vuelo y mirar con humildad a cada rival": "La euforia la tienen fuera, dentro no tenemos euforia, intentamos que todo vaya por un camino real [...] ahora los eufóricos lo estarán menos".
"El vestuario está jodido, callado, pensativo. Las derrotas te hacen estar así", señalaba, restándole importancia a la clasificación ("Le doy importancia al no ganar, pero no a la clasificación") y dejando entrever también que esta vez "las cuarenta mil variaciones" que introdujo (tanto de hombres como de apuesta táctica) no tuvieron el efecto esperado: "Ellos estaban ya muy atrás y era muy complicado", señalaba sobre los compases finales, cuando el Hércules pareció despertar en ataque merced al juego directo, más que al haber cambiado a dos de los tres mediocentros con los que había iniciado el partido o a sus extremos de banda.
Un centenar de herculanos
En Teruel, el Hércules estuvo arropado por un centenar largo de herculanos que se echaron a la carretera y aprovecharon la A7 y la autovía Mudéjar (A23) para pasar una jornada de gastronomía y fútbol en el sur de Aragón.
En el estadio Municipal Pinilla también se dieron cita el presidente del club blanquiazul, Carlos Parodi, y el de la Fundación, Valentín Botella.
