ALICANTE (EFE). De piezas de sílex del Paleolítico a abanicos y monedas de oro del siglo XIX pasando por ánforas, armas, cerámicas y joyas componen la colección que el Museo Arqueológico de la Diputación de Alicante (Marq) expondrá desde el próximo domingo, día 22, en el Museo Nacional de Irán (MNI), en Teherán.
Las 283 piezas, minuciosamente escogidas para esta exhibición abierta del 22 de septiembre al 8 de abril de 2020, llegaron hace unos días en un avión de la compañía de bandera IranAir a los almacenes del museo iraní, y han comenzado a ser desembaladas a primera de hoy por los técnicos enviados por el Marq, la restauradora Silvia Roca y los arqueólogos y técnicos de exposiciones Teresa Ximénez, Consuelo Roca y Juan Antonio López.
'Alicante. Tesoros del Marq' es la contraprestación a la reciente exposición en la ciudad alicantina de 'Irán. Cuna de Civilizaciones' y convierte al Marq en el primer museo en exponer en Teherán y en el quinto europeo, solo por detrás del British Museum de Londres (1972), el Capitolino de Vaticano (2015), el Louvre francés (2018) y el Drents Museum de Assen (Holanda en 2019).
Entre las piezas del Marq (Mejor Museo Europeo en 2004) hay desde primitivas piezas de 'raederas' para raspar de la Cova Beneito, Muro de Alcoi, hasta vasos neolíticos de decoración cardial hecha con concha marina, representativa de los primeros agricultores y ganaderos, ha explicado a Efe el director técnico del Marq, Manuel Olcina.
De la Edad del Bronce hay armas como hachas o alabardas de la cultura Algar (2.000 antes de Cristo), y de los fenicios algunos escalabeos del yacimiento de Peñanegra de Crevillet, inspirados en el mundo egipcio (escarabajo).
En cuanto al arte Ibérico (siglo VI a.C.) resaltan extraordinarias cerámicas decoradas de pintura geométrica, vegetal y humana, entre ellas una representación de un jinete ibérico o un gran plato de peces, del Tossal de la cala de Benidorm.
Gargantillas de oro del tesoro de la Marina, de Dénia, una jarra etrusca de bronce y una piedra con la 'cabeza de grifo' (animal mitológico con cabeza de león y pico de águila) de Cabezo Lucero destacan entre las piezas anteriores a los romanos.
De éstos, han viajado a Irán cerámicas donde se aprecian sus hábitos culinarios, así como lucernas de bronce, espejos, botellas de vidrio y hasta varillas para remover perfumes, así como también ánforas, la lápida de un sacerdote que habla de Lucentum y urnas funerarias halladas en el siglo XIX en Elche.
De la época posterior visigoda (siglos V-VII), broches de cinturón o anillos de oro de la necrópolis de Polisixto de Cocentaina.
Uno de los periodos que más interés suscita a los responsables del Museo de Teherán es la época islámica, donde hay ejemplos de candiles, platos, cerámicas decoradas y, especialmente, un candelabro de bronce curioso porque fue un regalo del califa de la dinastía Fatimí del año 1055 al taifa de Dénia, en agradecimiento por envío de alimentos por la hambruna a Egipto.
Cerámicas de la época medieval y lebrillos de Alicante son algunos de los ejemplos de la Edad Media, mientras que de la etapa Moderna se ha enviado un vaso con el escudo real de Carlos III de vidrio, abanicos del XVIII y XIX, azulejos costumbristas de animales o cocina (hay uno de un horchatero) y colecciones de monedas desde la época ibérica y griega hasta la moderna con piezas de oro de Carlos IV. "Es nuestra historia a través de nuestros objetos", ha resumido Olcina, quien encabeza la delegación del Marq junto al director gerente de la Fundación Marq, José Alberto Cortés.