SAN VICENTE DEL RASPEIG. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) de San Vicente del Raspeig dicen estar asistiendo "atónitos a la guerra promovida por la facción del grupo municipal PSOE liderada por José Luís Lorenzo contra el alcalde Jesús J. Villar, con tal de bailarle el sillón presidencial". El el secretario general de la Sección Sindical, Emilio González Rubio, comenta que está afectando a la gestión municipal y salpicando a los empleados públicos municipales "en forma de purgas, insultos y menosprecios".
La Sección Sindical de CSIF, en este momento, dice González, no va a entrar en comentar y valorar los motivos que puedan haber servido de excusa para "la guerra fraticida que se está librando en el socialismo sanvicentero. Solo nos fijaremos en sus efectos sobre los empleados y las empleadas municipales. Los efectos más evidentes son una purga contra funcionarios, como venganza, por no acceder a las propuestas de los concejales partidarios de Lorenzo; y los graves insultos y menosprecios vertidos por este contra funcionarios municipales: la secretaria municipal; el jefe de servicio de infraestructuras; el técnico de infraestructuras el jefe de servicio de contratación; y otros".
González lo considera gravísimo y que no pueden consentir a José Luis Lorenzo, por lo que le exigen que abandone el cargo de concejal del Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig, "que está ensuciando y degradando y que, consecuentemente, no es digno de ostentar".
Además, Emilio González añade lo siguiente: "Si yo fuera uno de los funcionarios injuriados e insultados, no dudaría ni un momento en demandar a Lorenzo por delitos contra el honor y a la propia imagen y reclamarle una reparación por los daños causados. Por ello, desde estas líneas les animo a que pongan en manos de sus abogados todo lo publicado y difundido tanto en prensa escrita como audiovisual y se querellen contra él".
González termina pidiendo a José Luís Lorenzo que, "si de verdad es socialista, devuelva el acta de concejal del PSOE y se vaya a casa y deje de hacer más daño al Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig, a sus empleados y a la imagen y a los militantes de su partido”. Algo que pone en duda "porque de socialista, –dice– me temo, tiene bien poco".