vals para hormigas / OPINIÓN

Crisis y beneficios

15/03/2023 - 

Ha tenido que salir Joe Biden a recordar a los especuladores cómo funciona el capitalismo. Tras anunciar que los depósitos de los clientes del Banco de Silicon Valley (SVB) estaban asegurados, y que sus directivos iban a tener que volver a echar un ojo a las ofertas de trabajo de LinkedIn, mandó a freír espárragos a los inversores. Ni un duro, chatos. Lo apostaron todo al negro y han salido los números rojos. Seguid buscando, hay miles de premios bajo las etiquetas de otros productos bursátiles. Por lo que parece, ya saben que yo de economía tengo conocimientos a nivel de usuario, la penúltima hecatombe bancaria ha devuelto el Trankimazin a las mesitas de noche de los dirigentes de las tesorerías de medio mundo. Y eso que es uno de los oficios más agradecidos del mundo, ya que puedes aventurar los resultados que quieras porque luego te permiten corregirlos según ordena la realidad que no habías previsto. Tenemos encima otra vez una crisis financiera, la sombra de la asombrosa incapacidad que exhiben los que han hecho de la codicia su profesión. Pálpense los bolsillos, comprueben si siguen ahí sus carteras.

Mientras tanto, los beneficios de quienes ya tienen su vida y la de las próximas cuatro generaciones de herederos resueltas siguen en vuelo suborbital, como dentro de poco estará el Miura ilicitano. Los últimos en anunciarse, ayer mismo, los de Mercadona. Pueden leerlo en este periódico. Juan Roig aseguró que los precios habían crecido “una burrada” y que había hecho todo lo posible por lastrar su subida. Uno ya no sabe qué decir. En serio. Acumulo yo también tantas burradas en la frontera de mis cuerdas vocales que no sé cómo darles salida, como cuando las cervicales apelmazadas de estar todo el día sentado te impiden  coger una buena postura en la almohada a la hora de dormir. Así que me conformaré con pedir moderación en los triunfalismos, a todos los que exhiben su musculado balance de cuentas del año en que los demás rompimos la hucha de nuestros hijos para sacar unos centimillos, y, al señor Roig, que por favor invierta buena parte de ese beneficio en suprimir el manirroto uso de plásticos en sus productos. Por lo menos, ya que sostiene que no puede hacer nada más por nuestros bolsillos, al menos que nos quede un planeta sano. Si es posible.

Con lo de los beneficios, especialmente sangrante en el caso de los bancos, me señaló el otro día un amigo que trabaja en una entidad financiera que hay que fijarse en la rentabilidad. Tócate las narices. Pobrecillos los inversores, que apenas sacan rédito de su trile bursátil. No soy capaz de mantener una conversación sólida sobre economía, repito, y tampoco soy Biden para poner los espárragos de los inversores en una sartén, así que preferí callarme. Pero también soy autónomo. Así que no voy a dejar pasar la oportunidad de defender que con el 10% de esos beneficios podrían resolverse un buen número de los problemas que acucian a quienes peores condiciones económicas están sufriendo. Con el 90% restante, apenas notarán la merma de rentabilidad, si es tan pequeña. No se pueden poner más tasas a los bancos, llorará Garamendi, el de los 400.000 euros de sueldo anual. Como se me desatasque la laringe, la tenemos.

@Faroimpostor

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