ALCOY. El movimiento en contra de la macroplanta fotovoltaica que una filial de Iberdrola proyecta en Alcoy, en el Valle de Polop y entre los parques naturales de Font Roja y Mariola, se organiza y ha constituido una plataforma, ‘Aliança per Polop Alt’, formada por vecinos, entidades y partidos políticos.
Unas 30 personas han mantenido estos días una reunión, mostrado su lucha contra este proyecto de macroplanta fotovoltaica y recuerda que Polop Alt es “una zona que desde hace años está en el punto de mira de muchos proyectos que no tienen en cuenta el valor ambiental de este territorio. La urgencia de esta nueva reunión ha sido motivada por la reciente DIA (Declaración de Impacto Ambiental) favorable que ha recibido por parte de la administración autonómica sin que ni siquiera hayan sido contestadas las alegaciones que se presentaron hace meses y con argumentos tendenciosos”.
“Frente a este nuevo allanamiento del camino para la empresa promotora”, el vecindario de la zona, asociaciones de defensa del territorio como la Colla Ecologista La Carrasca, Coordinadora por la Ubicación Racional de las Energías Renovables, la Coordinadora d’Estudis Eòlics del Comtat, partidos políticos como Compromís y Guanyar Alcoi, y vecinos de las poblaciones de Alcoy, Banyeres, Ibi y Onil han decidido coordinar sus fuerzas formando una plataforma denominada ‘Aliança per Polop Alt’ para sumar esfuerzos a fin de revertir un proyecto “sin pies ni cabeza”, tal y como remarcan.
Así, ‘Aliança per Polop Alt’ ha estado proponiendo acciones judiciales, como denuncias a Fiscalía y Síndic de Greuges, creación de una página web, acciones de movilización social y trámites administrativos. El objetivo es doble, “parar el proyecto pero también hacer partícipe a toda la ciudadanía de la barbaridad y su implicación en la paralización del proyecto”, tal y como explican en un comunicado.
El primer argumento esgrimido es que en ningún momento se ha demostrado que esa ubicación es la mejor para una planta fotovoltaica ni se han tenido en cuenta los espacios de relevancia regionales que se verán afectados. También la rectificación del proyecto que propone la DIA lo altera sustancialmente hasta el punto que "ese nuevo proyecto debería de someterse a información pública de nuevo", pero “lo más grave es que la DIA reconoce y acepta los impactos ambientales que van a producirse y frente a ellos simplemente propone medidas correctoras, desvirtuando así totalmente el trámite ambiental que lo que tendría que hacer es no tolerar los impactos”.
