Así nos quedamos el viernes por la noche al escuchar que Elche no entraba en la fase 1 de desescalada. No hubo ni una explicación hasta el martes y fue de aquella manera.
No tengo ningún interés, ni creo que nadie en avanzar en el desconfinamiento si sigue en peligro la salud, pero nos habían hecho creer que estábamos preparados. A nosotros, al alcalde y a la consellera Y nos quedamos a cuadros cuando escuchamos al doctor Fernando Simón el pasado viernes por la noche decir que no.
Por unos instantes pensamos que se había confundido, pero no, un par de horas después ya confirmamos que no. Y entonces esperamos a que alguien, un técnico o político, alguien representativo nos dijera porqué. No hubo respuesta.
Y ahí nos quedamos hasta que el lunes se publicó el informe completo que la Conselleria de Sanidad envió al ministerio y el martes, cuando tras la conversación de Ana Barceló con el ministro Salvador Illa, “intuimos” que las causas eran dos, principalmente.
La movilidad entre departamentos en las grandes áreas metropolitanas, y la falta de test PCR a casos sospechosos con sintomatología leve. De la movilidad, la consellera dijo que primera noticia de que eso se tendría en cuenta, y de los segundo, cuando la consellería envió el informe, la orden era hacer test solo a casos con síntomas graves. De todos modos, como todo esto no está por escrito en una respuesta oficial tampoco podemos estar seguros...
No hay nada a lo que tengamos más miedo que a lo que no entendemos. No hay nada que genere más incertidumbre que la arbitrariedad, la indefinición, el cambiar las reglas del juego a mitad del partido, o los diferentes raseros de medir.
En la situación que nos encontramos hay tantas cuestiones sin explicación que no podemos permitir que gratuitamente se añada más desconfianza. La sociedad es adulta y los paternalismos de los políticos o dirigentes deben desecharse. Y los intereses particulares también. No quiero saber lo mismo que el doctor Simón pero quiero que me explique hasta donde él sepa. No quiero saber cada paso al milímetro de cómo se toman determinadas decisiones, pero tengo necesidad de que me argumenten las razones por las que las toman.
Solo así podemos tener cierta seguridad. Solo así podemos entender algunas decisiones. Y digo más, podríamos aceptar así, incluso, decisiones que luego se demostraran equivocadas, pero que se adoptaron de una manera razonada y coherente.
El viernes se nos quedo cara de tonto a todos. Nos dieron una bofetada pública y sonora. El alcalde de Elche, la consellera de Sanidad y Ximo Puig también la recibieron, aunque las siglas les han obligado a la recurrida “prudencia”. Espero que en petit comité fueran menos prudentes y supieran defender con contundencia los intereses de los ciudadanos a los que representan.
Hace 60 días que esto empezó y está demostrado que nadie sabe la hoja de ruta para salir, pero se acaba también la paciencia y el margen de confianza. Por ahí han empezado ya las dimisiones...