La Compañía Lírica Alicantina lleva la zarzuela a siete salas de cine nacionales: Madrid, Barcelona…

ALICANTE. Hacer de la necesidad virtud, eso es lo que ha hecho la Compañía Lírica Alicantina, con más de medio siglo de historia en la ciudad, a raíz de una falta de espacio para almacenaje y ensayo, que finalmente se saldó instalándose en el centro comercial Puerta de Alicante y estableciendo importantes sinergias con la veterana cadena de salas de cine Yelmo. Tras un año de pruebas y ensayos, el próximo 27 de septiembre se proyectará el espectáculo de zarzuela La rosa del azafrán a nivel nacional y podrá verse en Madrid, Barcelona, Málaga, València, Valladolid, Alicante y Petrer.

Hasta ahora, los cines Yelmo habían proyectado algún espectáculo de ópera en colaboración con grandes compañías nacionales e internacionales a través de su programa Más que cine. Sin embargo, la zarzuela no había estado presente en su cartelera, a excepción de la proyección en 2019 de Doña Francisquita, que se desarrolla entre la ópera y la zarzuela, y que fue emitida en directo desde el Liceo de Barcelona. A ese nivel llega ahora la Compañía Lírica Alicantina, que proyectará su espectáculo grabado en el Teatro Principal de Alicante el pasado mes de febrero, con un reparto que incluye a Ascensión Padilla como Sagrario, Javier Rubio como Juan Pedro e Ignacio Hernández como Carracuca, entre otros.

“Cuando comenzaron las reformas en Las Cigarreras tuvimos que trasladar nuestro almacén de atrezo y escenografías”, recuerda Ignacio Hernández, presidente de la compañía alicantina. Hubo que desalojar, pero encontraron la ayuda del centro comercial Puerta de Alicante, “una oportunidad que no les podremos agradecer lo suficiente en toda nuestra vida”, destaca. Allí hacen sus ensayos en un espacio que hace las veces de almacén y de lugar de formación para sus propias tareas. “Vamos a comenzar un curso de costura para los vestuarios”, explica.

Una vez instalados allí, donde también se encuentra una sala de cine Yelmo, el presidente de la entidad contactó con la dirección nacional de las salas de cine para hacerles una propuesta. “Expliqué lo que hacíamos y envié lo que teníamos grabado”, apunta, y consiguió llamar su atención, así que iniciaron una prueba piloto grabando El huésped del sevillano en el Teatro Principal de Alicante. El espectáculo salió el año pasado a la cartelera de sus salas en Alicante y Petrer, consiguiendo más ventas de entradas que algunas de las habituales óperas emitidas desde el Metropolitan de Nueva York, con cerca de 150 pases vendidos. “Nadie puede luchar contra óperas como Aída o La Bohème, pero el resultado fue más que bueno”, describe Hernández, así que acordaron dar un paso más.

De esas dos salas pasarán ahora a siete, con presencia en las principales ciudades de España. “Vamos innovando y descubriendo poco a poco, encontrando contenidos alternativos, porque esto no se había hecho nunca”, explica. Toda una oportunidad para que un género como la zarzuela encuentre nuevos públicos. “Organizar algo de esta magnitud requiere muchas cosas, entre ellas alquilar las partituras y pagar derechos de autor, pero la SGAE se encontró con la excepcionalidad de que esto no se había hecho antes, así que nos dejó tomar la iniciativa y contactar con los herederos del maestro Jacinto Guerrero, autor de la música para esta zarzuela, que nos dieron vía libre con el fin de explorar esta nueva vía e intentar que, a través de esta iniciativa, la zarzuela tome impulso en nuevos espacios y con nuevos públicos”, describe Hernández.

La nueva zarzuela: tradición y modernidad

Lo novedoso de este formato impide ver todavía con claridad si esta puede ser la fórmula para conquistar de nuevo al gran público en este tipo de espectáculos, que habían caído en cierta marginalidad en los últimos tiempos, según apunta Hernández, sobre todo en ciudades pequeñas o medianas. Con todo, espera que esta sea la gran oportunidad para llevar al sector al esplendor que vivió en los años ochenta o noventa. “Todo lo bueno de la acústica y estética de un teatro se magnifica en una sala de cine”, sentencia. Por ejemplo, su montaje El huésped del sevillano tiene un vestuario del siglo XVI que, gracias a los planos detalle de la cámara, cobran protagonismo en la gran pantalla, igual que las expresiones del elenco. Por otro lado, la acústica de la sala permite que el sonido envuelva al espectador. “Esas cosas hacen que el público sume emociones”, explica.

Estas novedades parece que están consiguiendo atraer de nuevo a los espectadores, pero son muchos factores los que pueden declinar la balanza. “Nosotros contamos una historia con una puesta en escena renovada que también está influyendo en ese interés que está despertando ahora la zarzuela”, explica. Antes de emitir en cines, el éxito de la Compañía Lírica Alicantina ya se había atestiguado en el Teatro Principal de Alicante, que vio como dos de sus espectáculos se alzaban como los más exitosos de la programación lírica del coliseo alicantino. “La clave es la combinación de tradición y modernidad, y esa es una de las cosas que nos definen”, destaca. Además, lo relaciona con una nostalgia que está despertando las emociones de aquellas generaciones que escuchaban esa música cuando eran jóvenes.

Por otro lado, el propósito de la entidad alicantina es abrirse paso también entre las nuevas generaciones. Algo que han conseguido actuando en el Paraninfo de la Universidad de Alicante antes más de cuatrocientos alumnos, todo un éxito de congregación, además de acudir a los colegios para despertar la afición entre los más pequeños. “Algunos nos reconocen después por la calle y es lo más gratificante que te puede pasar”, sentencia.

Sinopsis

En la España de la posguerra una mujer, Sagrario, decide hacerse cargo de la finca donde se crió. Familias, como la suya, desmembradas por la guerra, y un propietario, Don Generoso, que ha perdido la cabeza por la ruina económica y la pérdida de su hijo en la guerra, salen adelante, en tiempos muy difíciles, gracias al tesón y fortaleza de una mujer hecha a sí misma. La llegada a la finca de un nuevo trabajador, Juan Pedro, no supone mayor inconveniente hasta que éste fija sus ojos en Catalina, una de las trabajadoras. Sagrario se da cuenta de su amor por Juan Pedro “De repente, le vi enamorado de otra … y me dio coraje que no se hubiera fijado en mi”. Para ella es un sentimiento nuevo pero las costumbres y las conveniencias sociales de la época convierten el amor entre el ama Sagrario y Juan Pedro en imposible. Custodia, el ama de cría de Sagrario, dará con la solución.

Elenco

• Sagrario: Ascensión Padilla
• Juan Pedro: Javier Rubio
• Catalina: Mari Carmen Yelo
• Moniquito: Domingo Martínez
• Custodia: Carmen Rubio
• Carracuca: Nacho Hernández
• Don Generoso: Alberto Galera
• Lorenza: Encarna Cerdá
• Micael: José Manuel Espinosa
• Quilino: Pepe Crespo
• Enamorado: Christian A. Lindsey
• Guardia Civil: J.M. Morán Berruti

Bailarina

• Keysy Lindsey

Guitarrista

• Lolo Rivas

Niñas

• Melisa Gosálvez
• Vega Riera
• Aitana Maruenda
• Ashlyn Lindsey
• Doribel Gutiérrez
• Anita Fernández

Coro de la Compañía Lírica Alicantina

Noemí Abellán, Matilde Bastit, Cristina Beviá, Irene Blasco, Alicia Botella, Esther Díaz, Enrique Gallego, Sara García, Dorotea Laura Hernández, Rosalina Jurado, Christine Lombardy, Josué López Pozo, Jesús Mora, Sebastián Morcillo, Encarni Muñóz, Vicent Pérez, Jerónimo del Río, Pedro Santo, Juana Mari de Toro, Juan Zurita. Con la participación de la Orquesta Sinfónica del Vinalopó, dirigida por José Antonio Pérez Botella.

Director de escena

• Juanma Cifuentes

Ayudantes de dirección

Marco Gosálvez

• Matilde Albert

Iluminación

• Juanjo Llorens

Maestro Concertador

• Christian A. Lindsey

Vestuario

• Alberto Galera

Escenografía

• José María Morán Berruti
• Domingo Martínez

Producción creativa y ejecutiva

• Nacho Hernández