ORIHUELA. Las obras para urbanizar Cala Mosca, lo que supondrá acabar con el último kilómetro virgen de la costa de Orihuela ya han comenzado. Hoy se ha firmado el acta de replanteo que da inicio a la urbanización de la zona. Gomendio, el promotor, tenía hasta el 4 de mayo para iniciar esos trabajos, antes de que comenzara la protección del PATIVEL que hubiera tumbado el proyecto. De esta forma, casi en tiempo de descuento, comienza la urbanización del sector conocido como Alameda del Mar. Un proyecto urbanístico que ha levantado las críticas de ecologistas y partidos políticos como Cambiemos Orihuela.
El proyecto se paralizó en 2007 por la presencia de flora y fauna protegidas. Para salvar este hándicap, se han preservado 60.000 metros para conservar estas especies, y se ha modificado ligeramente el proyecto para albergar estas 2.200 casas en Cala Mosca. La última de estas modificaciones es la que aprobó el equipo de gobierno hace unos días. Un trámite que desde el PSOE lamentaron tener que realizar, al estar en contra del proyecto, pero que no se podía retrasar más.
Desde Gomendio estaban esperando la aprobación del proyecto para iniciar los trabajos y una vez firmada hoy el acta de replanteo, las maquinaria ha comenzado a trabajar sobre el terreno.
En la documentación aportada por el urbanizador se asume el coste íntegro de la rehabilitación y conservación del área protegida que dará lugar a una micro reserva cuyo expediente ha sido ya incoado y cuya delimitación resulta de la documentación aprobada (plan parcial y proyecto de urbanización). Su coste de mantenimiento se asume íntegramente por el agente urbanizador.
La urbanización también incluye un plan de seguimiento de vigilancia ambiental que abarca el periodo previo a la ejecución de las obras, su desarrollo y el cumplimiento posterior de las medidas de conservación ambiental, así como de restauración de hábitats y paisajes. Además de contar con la aprobación del Ayuntamiento de Orihuela, la reforma del proyecto de urbanización del sector Alameda del Mar posee el visto bueno de la Generalitat Valenciana y la resolución favorable de la Dirección General de Calidad y Educación Ambiental, complementaria a la Declaración de Impacto Ambiental.
