VALÈNCIA. La Conselleria de Sanidad vuelve a tropezar con la misma piedra en el proceso de vacunación: el ritmo de sus fotografías y pregones no se corresponde con la velocidad de sus acciones. El pasado 15 de febrero, el departamento que dirige la socialista Ana Barceló anunció que administrarían esa misma semana la primera dosis a 25.000 personas dentro del grupo que incluye a mayores de 90 años y a grandes dependientes.
Al margen de que, nueve días después, Sanidad se niega a facilitar las cifras resultantes sobre ese reto de vacunación, lo que sí resulta evidente es que la administración de dosis a domicilio para los que pertenecen a este grupo se encuentra en punto muerto. Prueba de ello es que varios centros de salud consultados por este diario todavía no disponen del protocolo que debe definir la vacunación en los domicilios de los mayores y dependientes que no tienen capacidad para desplazarse al puesto sanitario asignado.